Logina Salah, primera participante de Miss Universo con vitiligo, desafía estereotipos y comparte un poderoso mensaje de aceptación y fortaleza para quienes enfrentan desafíos.
A sus 34 años, la egipcia Logina Salah ha roto los estándares en el certamen de Miss Universo al ser la primera participante con vitiligo. En noviembre, representará a Egipto en México, y su historia es un símbolo de perseverancia y lucha contra los estereotipos de belleza. Salah, madre de una niña de nueve años, fue diagnosticada con vitiligo a los ocho años, lo que marcó su vida y la llevó a enfrentar desafíos de aceptación en una industria que hasta hace poco era poco inclusiva.
“Todo el mundo pensó que no lo iba a lograr, que mis sueños eran muy lejanos. Pero todos los sueños empiezan con un simple paso y ese paso es creer en uno mismo”, afirmó Salah.
Con la eliminación de los límites de edad y otras restricciones en Miss Universo, Salah encontró la oportunidad de cumplir su sueño de ser modelo, objetivo que persiguió desde su juventud pese a enfrentar comentarios negativos. Inspirada por esta apertura, aseguró que su participación va más allá de la apariencia física: busca representar un mensaje de aceptación y amor propio. “No se debe esperar la validación de otros; hay que creer en uno mismo”, expresó la modelo en sus redes.
Salah sueña con inspirar al mundo
Además, Salah reflexionó sobre los obstáculos que superó, como dos abortos involuntarios a causa del Lupus y el impacto de vivir con vitiligo, lo cual la hizo más fuerte. Hoy, con 1,8 millones de seguidores en Instagram, muestra su vida con autenticidad y comparte un mensaje de esperanza. “Mis sueños empiezan con un simple paso; creer en mí misma”, afirmó.
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