Desplazados por el conflicto en Líbano regresan a hogares devastados tras el alto al fuego entre Israel y Hizbulá. Esperanza y angustia marcan su retorno.
El alto al fuego entre Israel e Hizbulá permitió a miles de libaneses desplazados regresar a sus hogares tras semanas de intensos bombardeos y combates. Sin embargo, muchos encontraron ciudades en ruinas, edificios colapsados y vidas destrozadas.
En Beirut, Zubaida Amru, de 37 años, exploraba los escombros de su antiguo hogar, donde una vez tuvo una vida llena de recuerdos. “No se trata solo de posesiones; es el sentimiento de caminar por tu casa”, dijo entre lágrimas.
El conflicto comenzó tras el ataque de Hizbulá contra soldados israelíes en octubre de 2023, lo que desató una respuesta militar devastadora.
Las áreas más afectadas fueron las comunidades chiíes del sur del Líbano, donde Hizbulá tiene gran apoyo. Más de 3,800 personas murieron y un millón quedó desplazado, dejando pérdidas económicas millonarias.
Aunque Hizbulá declaró el alto al fuego como una “victoria por la sangre de los mártires”, muchos libaneses discrepan. “¿Qué victoria? Solo veo destrucción y muerte”, expresó Ousama Aoudeh, de 60 años, al regresar a Tiro y contemplar edificios colapsados y coches aplastados.
En Sidón, las autoridades distribuyeron folletos alertando sobre bombas sin explotar, mientras los retornados avanzaban entre el júbilo de algunos y la devastación evidente. Maryam Shoaib, de 42 años, resumió el sentimiento general: “Ahora estamos contentos, pero sé que no durará. En casa nos espera la angustia”.
Algunos celebraron el alto al fuego con canciones y banderas
Otros, como Samia el Zein, lloraron al encontrar sus hogares destruidos. La incertidumbre domina el ambiente, con muchos temiendo un posible retorno del conflicto. Para los libaneses, el regreso no es una victoria, sino el inicio de una larga recuperación en medio del caos.
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