Los incendios en Los Ángeles han dejado 2 muertos y miles de evacuados. Las autoridades insisten: seguir las órdenes de evacuación salva vidas.
Tres incendios descontrolados en el condado de Los Ángeles han dejado ya dos muertos y más de 1.000 edificaciones destruidas. Las llamas afectan a las zonas de Pacific Palisades, Pasadena y Altadena, mientras que un tercer foco, en Hurst, amenaza a Santa Clarita. Ante la gravedad de la situación, decenas de miles de personas han recibido órdenes de evacuación forzosa.
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Jim McDonnell, jefe de policía del condado, fue contundente al advertir: “Hacer caso a las órdenes de evacuación es la diferencia entre vivir o morir”.
La declaración se dio en medio de un panorama crítico, agravado por los vientos de Santa Ana, con ráfagas de hasta 160 kilómetros por hora que propagan las llamas con rapidez. El incendio más antiguo, en Pacific Palisades, ha arrasado 1.100 hectáreas desde el martes. Mientras tanto, el incendio Eaton en Pasadena ha cobrado las dos víctimas mortales registradas hasta ahora. En Hurst, el fuego sigue avanzando sin control.
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El gobierno de California declaró el estado de emergencia, y más de 1.400 bomberos trabajan en los tres frentes.
Sin embargo, la complejidad de las condiciones climáticas dificulta su labor. Hasta el momento, el control de los incendios es del 0%, según las autoridades. Con casi 70.000 personas evacuadas y más de 28.000 estructuras amenazadas, la prioridad es garantizar la seguridad de los residentes. Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, instó a la población a seguir las recomendaciones de emergencia.
Desde el espacio, las imágenes satelitales muestran columnas de humo que cubren el condado. Mientras tanto, el jefe McDonnell recalca: “Evacuar es una decisión de vida o muerte”.
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