Más de 500 miembros de la comunidad LGTBI+ han sido asesinados en Honduras desde 2004. Activistas piden acciones urgentes para frenar la violencia y la impunidad.
La comunidad LGTBI+ en Honduras enfrenta una crisis de violencia alarmante. Desde 2004, al menos 565 personas han sido asesinadas, y el 98% de los casos sigue impune, según el informe 2024 del Observatorio de Violencia hacia Personas LGTBIQ+.
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Se registraron 47 homicidios, y 311 denuncias de violencia y un caso de desaparición.
Lucía Barrientos, directora de la Asociación Lésbic, Bisexual, Trans y Feminista Ixchel, afirmó que “la violencia no ha disminuido” y que las personas LGTBIQ+ siguen expuestas al odio y la discriminación. Entre las principales problemáticas se encuentran la falta de acceso a servicios básicos y la ausencia de políticas de protección efectivas.
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El informe señala que las víctimas suelen ser jóvenes de entre 18 y 30 años, un sector que requiere protección inmediata. Activistas han exigido a las autoridades la implementación de un protocolo de atención diferenciada y la tipificación del delito de odio.
El informe concluye que combatir la discriminación debe ser una prioridad nacional.
Dany Montecinos, representante del Observatorio, destacó la falta de políticas públicas y el alto nivel de impunidad como factores que agravan la violencia. “Honduras es un país conservador, sin un marco legal integral que proteja a la comunidad LGTBI+”, explicó. Solo con un enfoque integral y coordinado se podrá avanzar hacia una sociedad más inclusiva y segura para todas las personas.
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