El apoyo de algunos barristas a la marcha de los jubilados que se llevó a cabo hace unos días, ha impulsado el deseo de Javier Milei por criminalizar a estos grupos
Los ‘barrabravas’, nuevos enemigos del gobierno Milei
Pareciera un lugar común decir que todos los argentinos son futboleros, pero no, no es que sea un lugar común, es casi una realidad. Realidad de la que no se escapa su presidente, Javier Milei, un reconocido seguidor y fanático de Boca Juniors. Hasta ahí, todo bien con el fútbol para Milei. Eso sí, parece que la situación ha empezado a cambiar y para el presidente ya no es tan agradable el tema desde que un nutrido grupo de barristas, de distintos equipos en Argentina, se unió a un grupo de manifestantes la semana pasada y se presentaron fuertes enfrentamientos con las autoridades. Este episodio ha molestado tanto al represivo gobierno de Milei, que en consecuencia estaría adelantando un proyecto de ley para criminalizar a estos colectivos.
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La necesidad de regular a los ‘barrabravas’: una necesidad que se aceleró para Javier Milei por la incomodidad con su gobierno
Para nadie es un secreto que en las internas de los grupos de ‘barrabravas’ suceden cantidad de cosas que no deberían pasar. Así mismo, para nadie es un secreto que, en Argentina, ya hace varios años, la violencia entre sujetos de esta estirpe obligó a que se tomaran medidas como la de prohibir la entrada de público visitante a los estadios en función de evitar heridos y muertos. Por lo anterior, es evidente que existe una necesidad de regulación, pero ¿es esta la motivación de Milei?
- La respuesta es NO
- La razón para Milei fue su pasada participación en las marchas de jubilados
Y ello ha coincidido con las declaraciones de Patricia Bullrich, ministra de seguridad del gobierno Milei, quién es la abanderada de esta iniciativa. Según Bullrich, la idea es tipificar los delitos de los barrabravas como organizaciones criminales y declarar dichos grupos como un tipo especial de asociación ilícita. Habrá que esperar por las consecuencias de una decisión que golpea un sector bastante relevante en el universo del fútbol, con el agravante de que lo mismo pase en un país tan futbolero como Argentina.
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