La vitamina C no previene el resfriado común, pero puede aliviar los síntomas y acortar su duración, según estudios recientes y expertos médicos.
La vitamina C es esencial para el cuerpo humano, ya que fortalece el sistema inmunológico, mejora la absorción de hierro y favorece la cicatrización. Aunque su fama como barrera contra los resfriados creció en los años 70, la ciencia actual matiza su impacto.
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Estudios publicados en revistas como BMC de Nature, muestran que la vitamina C no previene el resfriado común.
Sin embargo, puede reducir ligeramente su duración y atenuar los síntomas más graves. En un ensayo clínico, quienes tomaron vitamina C acortaron un 15 % la duración de los síntomas en comparación con quienes recibieron un placebo.
El doctor Jesse Bracamonte, de Mayo Clinic, afirmó que no se ha demostrado que tomar vitamina C en grandes dosis evite los resfriados. Pero sí reconoció un leve beneficio en la recuperación cuando ya han comenzado los síntomas.
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El cuerpo humano no produce vitamina C
Por lo que es necesario obtenerla a través de la dieta o suplementos. Frutas como naranjas, kiwis y fresas, y verduras como el brócoli, los pimientos y la espinaca, son fuentes naturales ricas en este nutriente.
La cantidad diaria recomendada es de 75 mg para mujeres y 90 mg para hombres. Superar los 2000 mg diarios puede provocar efectos secundarios como diarrea, náuseas o calambres abdominales.
La vitamina C sigue siendo clave para la salud, pero no es una solución mágica contra los resfriados. Mantener una dieta equilibrada y hábitos saludables sigue siendo la mejor estrategia para cuidar el sistema inmunológico.
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