Un tribunal italiano ordenó el cierre de una sala gestionada por antiabortistas en un hospital público de Turín por violar el derecho de las mujeres a decidir libremente.
El Tribunal Administrativo Regional (TAR) de Piamonte ordenó el cierre de la sala para embarazadas gestionada por una organización antiabortista en el hospital Sant’Anna de Turín. La sentencia responde a un recurso interpuesto por el sindicato CGIL y la asociación feminista Se non ora quando?, quienes argumentaron que el acuerdo vulneraba los derechos de las mujeres.
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La sala, promovida por el consejero Maurizio Marrone del partido Hermanos de Italia, fue considerada ilegítima. Se había instalado en septiembre de 2024 bajo el lema de “defender la vida desde la concepción”, con apoyo del gobierno regional.
Un hospital clave en partos y abortos
El hospital Sant’Anna es el centro con más nacimientos en Italia y uno de los que más interrupciones voluntarias del embarazo registra. En 2022 se realizaron más de 6.500 partos y, en 2021, cerca de 2.500 abortos. Feministas y opositores señalaron que esta sala atentaba contra el espíritu de la Ley 194, que garantiza desde 1978 el derecho a abortar.
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Un precedente frente al avance conservador
La decisión del TAR representa un freno a las políticas del gobierno de Giorgia Meloni, que si bien asegura que no modificará la Ley 194, ha impulsado medidas para limitar su alcance. En 2023, el Parlamento autorizó el ingreso de asociaciones antiabortistas en centros de salud con fondos públicos.
Las organizaciones celebraron la sentencia como una victoria por los derechos sexuales y reproductivos, y una advertencia ante la creciente presión de sectores ultraconservadores sobre la salud de las mujeres.
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