Un Tribunal de El Salvador pasó a la etapa de instrucción de un proceso penal contra el tuitero Luis Rivas, crítico del Gobierno, por el cargo de desacato contra la Administración pública y el presidente Nayib Bukele, según informaron medios locales.
Rivas, conocido en Twitter con el usuario El Comisionado, fue detenido el pasado 21 de agosto después de supuestamente difundir una fotografía del despliegue de seguridad en una playa para uno de los hermanos del presidente.
“Tremendo dispositivo de seguridad que anda Karim, la novia, la mamá, y el otro hermano de Bukele. Menos mal que vivimos en el país más seguro del mundo mundial. Ya no se puede bañar tranquilo uno en la playa…”, tuiteó El Comisionado el 21 de agosto pasadas las 10 de la mañana. Poco después, agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) se trasladaron hasta Playa Dorada, en el oeste salvadoreño, para capturar a Rivas. Pasarían días sin que las autoridades dieran noticias certeras de su paradero.
El Juzgado Segundo de Paz de San Salvador realizó la audiencia inicial contra Rivas y, de acuerdo con las publicaciones de diversos medios que citan fuentes judiciales, se le decretó libertad condicional y una fianza de 10.000 dólares.
La identidad tras @_elcomisionado_ fue pública hasta después de la captura, pero la cuenta era ya reconocida en el mundillo tuitero salvadoreño como una de las más mordaces entre las que, desde el anonimato, lanzan críticas al presidente Bukele, a su gestión y a su entorno.
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¿Cómo detuvieron a Rivas?
Para detener a Rivas, la Fiscalía General de la República (FGR) ha usado las herramientas legales con las que cuenta desde marzo, cuando la Asamblea Legislativa, dominada por diputados bukelistas, aprobó un régimen de excepción que se ha prorrogado cinco veces y una amplia reforma legal que limita los derechos de defensa y de expresión de los salvadoreños.
De acuerdo con el investigador Juan Pappier, de la organización Human Rights Watch (HRW) en la División para las Américas, la legislación salvadoreña se opone a estándares internacionales sobre la libertad de expresión. «El delito de desacato, tal y cómo está previsto en la legislación salvadoreña, contradice estándares internacionales sobre libertad de expresión», publicó en Twitter.
El Código Penal de El Salvador establece que el desacato tiene condenas de entre seis meses y tres años de cárcel, pena que es excarcelable. Sin embargo, agrega que si el delito es contra el presidente «la sanción podrá aumentarse hasta en una tercera parte de su máximo».
El menos poderoso de los protagonistas, es Luis Rivas. Según semblanzas publicadas en medios salvadoreños, es alguien que ha trabajado con jóvenes en comunidades de alto riesgo, pobladas por pandillas, por lo que ya antes se le había acusado de pandillero. También es, un tuitero satírico, sarcástico, incisivo e irónico, que tampoco se ha guardado insultos.
Los otros protagonistas son dos de los hombres más poderosos del país: el hermano del presidente y el fiscal general.
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