Hace 18 años en México, Irma de origen indígena fue condenada a 45 años de prisión por un aborto involuntario ocasioando por una golpiza por parte de su pareja.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México intervino para que la mujer pudiera ser liberada de su injusta condena, y hoy por fin se logró gracias a la amnistía proclamada.
La mujer salió de la Penitenciaría Femenil de Nezahualcóyotl tras muchas investigaciones que fallaron a su favor, donde se encontró diferente evidencia de que su vida en Jiquipilco estaba permeada de mucha violencia.
- Psicológica,
- Sexual,
- Física,
- Económica.
Una condena injusta y sin perspectiva de género
Ella era en realidad la víctima del caso y se le procesó incorrectamente. El juez emitió una decisión sin poner objetivamente los derechos de la persona que estaba enfrente.
Su condena no debió siquiera existir, pero encima, no debió juzgarse como homicidio agravado sino como infanticidio. Este normalmente se genera de acuerdo a un contexto muy adverso, y se castiga con entre 3 y 5 años de prisión.
Además de todo, su caso fue completamente vulnerado porque no se le facilitó una defensa adecuada, lo que terminó en autoincriminación.
El crimen
En los últimos días de su embarazo, Irma fue golpeada por su pareja en un ataque de celos en el que mencionaba que ese no era su hijo, lo que terminó en el aborto de su bebé.
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