El volcán Nevado del Ruiz, ubicado en la Cordillera Central de los Andes de Colombia, entre los departamentos de Tolima y Caldas, está a 5 321 metros de altura y se encuentra cubierto de nieve y hielo en la cima, por lo que su explosión provoca el derretimiento de estos materiales, generando desplazamientos de cantidades inmensas de lodo y escombros volcánicos.
En el pasado, sus erupciones han ocasionado tragedias como la de 1985, donde murieron más de 20 000 personas y por lo menos 5 000 quedaron sin hogar debido a que los componentes que se produjeron, arrasaron con todo.
Monitoreos del nevado
El Nevado del Ruiz es constantemente monitoreado por entidades nacionales e internacionales debido a su actividad regular.
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) es el principal encargado de supervisar la actividad sismológica del país por medio de diferentes herramientas que miden variables relevantes como:
- Movimientos sísmicos,
- Deformación del suelo, o
- Actividad de gases volcánicos.
La institución también se encarga de tener activado un sistema de alerta para las zonas aledañas, que se divide en 4 estancias.
- Alerta verde: el nivel más bajo y sin señales de actividad significativa.
- Alerta amarilla: el volcán presenta emisión de gases, sismos o deformaciones de la superficie. Se restringe el paso a ciertas zonas del área.
- Alerta naranja: aumento de actividad con preparación de planes de evacuación.
- Alerta roja: está ocurriendo o va a ocurrir una explosión por lo que se llevan a cabo los planes de emergencia.
También están en vigilancia el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales, el Instituto de Investigaciones Geológicas y del Medio Ambiente de Francia, e incluso la NASA.
Plan de emergencia
Las instituciones que se encargan de monitorear la actividad volcánica, diseñaron un proyecto para minimizar los riesgos de la población cercana.
El plan consiste en tener supervisión constante de la actividad, un sistema de alerta temprana, evacuación en caso de alerta roja, atención de emergencias y comunicación y coordinación.
Es un documento dinámico que cambia según las necesidades del entorno y las experiencias en emergencias anteriores.
Las erupciones predecibles
Un volcán tiene actividad en la medida en que la cámara que almacena el magma se llena, el material rocoso sube y genera grietas que, a su vez, provocan movimientos y fumarolas.
Por ahora, las instituciones encargadas del estudio y monitoreo de las actividades volcánicas llaman a la calma. Los cambios y medidas seguirán siendo anunciados día a día.
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