El tema del aborto es objeto de debate y controversia en todo el mundo, y República Dominicana no es la excepción. En este país centroamericano, las leyes relacionadas con el aborto son decididamente restrictivas y se encuentran enmarcadas en un código penal del siglo 19.
Abordar las circunstancias del aborto y sus implicaciones sobre la vida de la mujer, se ha convertido, casi, en una obligación para los gobiernos alrededor del mundo. Producto de los anterior, se ha venido avanzando, gracias a una larga lucha, en la apertura de espacios que generen discusiones y, particularmente, decisiones que estén en función de la protección de la vida y salud reproductiva de la mujer.
Muchos son los países que han construido una reglamentación adecuada respecto al tema, aunque, en algunos lugares del mundo, esta situación siga considerándose un tabú tan como sucede en República Dominicana.
¿Qué dicen las leyes sobre el aborto en República Dominicana?
El aborto en este país caribeño está penalizado y su reglamentación es poco flexible al respecto. Enmarcada en un código penal vigente desde 1884, se halla una prohibición que va en contravía de la salud de niñas y mujeres, además de no estar en sintonía con obligaciones internacionales en materia de Derechos Humanos.
Según reza el artículo 317 de este antiguo y obsoleto código penal, el aborto será penalizado sin contemplación alguna, desconociendo las causales correspondientes al riesgo en la vida de la madre, violación, incesto o malformación del feto. Esta penalización contempla la privación de la libertad desde seis meses hasta dos años, para las mujeres que se practiquen un aborto y de hasta 20 años para quienes efectúen estos abortos.
República Dominicana, en la lista de los países más restrictivos en la región
Debido a estas leyes estrictas, las mujeres que enfrentan embarazos no deseados se encuentran en una difícil situación. Muchas recurren a abortos clandestinos e inseguros, poniendo en peligro su salud y su vida. El panorama actual en este lugar del mundo, encuentra a países como Colombia, Argentina, Uruguay o México con regulaciones un tanto más flexibles en las que no se penaliza el aborto, mientras que, por otra parte el siguiente grupo de países prohíbe totalmente esta práctica:
- República Dominicana
- Surinam
- Nicaragua
- Honduras
Una sociedad que se moviliza
Esta situación correspondiente al aborto ha dividido a la sociedad dominicana. Por un lado, hay personas y organizaciones, particularmente defensores de derechos humanos y de carácter feminista, que defienden el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, impulsando la idea de cambiar las leyes y ajustar las mismas haciéndolas menos restrictivas.
De forma específica, lo que se espera conseguir es la reglamentación del aborto bajo las tres causales: riesgo en la vida de la madre, violación o incesto y malformación del feto, circunstancias no contempladas en el nuevo Código Penal, aprobado por el Senado en febrero de este año, pero al que aún le falta la votación de la Cámara de Diputados.
En contraposición, se ubican quienes defienden el “derecho a la vida del feto” y están en contra de la regulación del aborto. Estos últimos, en mayor medida, fundamentalistas religiosos.
De esta manera los movimientos en favor de la regulación del aborto, continúan activamente haciendo ruido en este país, impulsando la idea de establecer una reglamentación adecuada que, ante todo, proteja los derechos, la salud y la vida de mujeres y niñas en República Dominicana.
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