Como una de sus principales promesas de campaña, Donald Trump ha insistido en que durante una eventual segunda presidencia, adelantará la mayor deportación de la historia.
La criminalización de los migrantes
La construcción de la campaña de Donald Trump para la pretensión de su segundo periodo presidencial se ha cimentado en discursos radicales. Discursos radicales que apuntan a distintos temas, aunque, llama fuertemente la atención el relacionado con los migrantes. Sobre esta situación, Trump no ha tenido ningún tipo de contemplación y se ha ido de forma frontal en contra de esta población y de forma recurrente les criminaliza a través de aseveraciones que carecen de fundamento; todo con el objetivo de justificar una promesa de campaña que el propio candidato republicano ha llamado como “la mayor deportación de la historia” y que cuenta con más del 50% de aceptación entre los votantes.
¿Qué tan viable es esa deportación de la que habla Trump?
Como muchas de sus propuestas, la deportación masiva de la que habla Trump tiene más tintes populistas que otra cosa. Desde la campaña republicana se estima que habría entre 11 y 20 millones de migrantes ilegales que serían deportados, una cifra que, según estudios implicaría una inversión que va de los 200 mil hasta 480 mil millones de dólares, cantidad que supera de forma alarmante el presupuesto de entidades que manejan temas fronterizos y que para este año sumaron un presupuesto de solo 30 mil millones de dólares. De allí que desde lo económico todo se vea un poco complicado. Y claro, lo anterior sin contemplar que Trump habló de unir a funcionarios de la fuerza pública para adelantar su ambicioso plan contra los migrantes, una situación que, bajo la normativa actual, no estaría permitido.
Los efectos del plan de Trump
La mayor deportación de la historia no solo tendría efectos negativos en las arcas estadounidenses, ya que la misma impactaría directamente otros escenarios socioeconómicos:
- El mercado laboral
- La realidad salarial
- La inflación
- Reducción del PIB
Y muchos otros efectos se verían en sectores productivos de EEUU como la construcción, la manufactura o la hostelería.
Al parecer el plan de Trump contra los migrantes merecería un poco más de análisis y menos radicalismo, el problema es que, entre los aplausos y apoyo, el candidato republicano seguirá insistiendo en una propuesta que podría tener unas consecuencias bastante negativas en el país.
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