Cruce fronterizo entre República Dominicana y Haití

República Dominicana, un país racista

Aunque muchos pretendan negarlo, República Dominicana es un país racista en el que, por ejemplo, los ciudadanos de Haití son juzgados y sufren rechazo.  

El racismo que se niega pero que se vive en la cotidianidad

Si se le pregunta en las calles a las personas de República Dominicana sobre racismo, seguramente, un enorme porcentaje lo negará de inmediato. Otro grupo, probablemente, no lo haga de plano, pero encontrará excusas para justificar que el país no es racista. En realidad, la conclusión es que nadie aceptará que en República Dominicana exista el racismo ya que ser racista es vergonzoso. Una vergüenza que cuesta mucho aceptar, pero que en medio del silencio se va normalizando y cuando se vuelve paisaje, se mimetiza y luego parece que es la forma adecuada de actuar. Eso último es lo que pasa en República Dominicana. 

El drama de los haitianos en República Dominicana

Pese a ser países hermanos, haitianos y dominicanos no se quieren. Y más que ser una relación en la que no se quieren, lo cierto es que la ciudadanía dominicana rechaza a los haitianos de forma vertical. Los inconvenientes datan desde 1800 en medio de una relación que nunca mejoró y pocas expectativas a futuro parece tener de cara a mejorar. Los ciudadanos de Haití llegan a República Dominicana y no encuentran un lugar para mejorar su calidad ya que, solo en 2023, más de 250 mil haitianos fueron deportados, una dinámica que, desde este año 2024, amenaza con agudizarse ya que el gobierno dominicano anunció recientemente la deportación de 10.000 haitianos por semana. Procesos de deportación, valga decir, que traen consigo quejas y denuncias respecto a la forma discriminatoria en la que son adelantados. 

El racismo en la cotidianidad

Sumado a lo previamente dicho, la discriminación y el racismo al que están expuestos los haitianos que arriban a tierras dominicanas se puede sentir en espacios cotidianos. Por ejemplo, uno de los dramas más fuertes se vive con las mujeres haitianas que llegan a República Dominicana y no pueden acceder a servicios médicos. Por otro lado, y de una forma más trivial pero igualmente nociva, se encuentra el rechazo de la ciudadanía dominicana sobre cualquier circunstancia que pudiera involucrar a un haitiano: hace pocos días, el Ministerio de la Mujer compartió una publicación en redes sociales con dos mujeres afrodescendientes y la respuesta de los usuarios fue criticar la imagen y, de forma degradante, sugerir que las mujeres que allí aparecían eran haitianas. La situación fue de tal magnitud que el Ministerio eliminó la publicación.    

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