El Gobierno de Milei creó un nuevo ente unificado para gas y electricidad y eliminó barreras al comercio internacional de energía en busca de más competencia.
Con un decreto firmado por el presidente Javier Milei, Argentina profundizó este lunes su política de desregulación energética. El texto establece la creación de un nuevo ente regulador unificado que concentrará las funciones del ENRE (electricidad) y el ENARGAS (gas), hasta ahora separados.
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Según el Ejecutivo, el objetivo es “fortalecer la competencia, liberalizar la contratación entre privados, asegurar inversiones y garantizar la libre elección de proveedor por parte de los usuarios”.
Apertura al comercio eléctrico internacional
Una de las medidas más significativas del decreto es la apertura total del comercio internacional de energía eléctrica. A partir de ahora, el Estado sólo podrá intervenir en estas operaciones si existen razones técnicas o de seguridad en el suministro.
Con esto, se busca eliminar trabas burocráticas, atraer inversiones extranjeras y dinamizar el mercado regional, permitiendo mayor fluidez en la compraventa de energía con países vecinos.
Los riesgos y desafíos
Aunque el Gobierno celebra este avance como un paso hacia la eficiencia y la libertad económica, sectores críticos advierten sobre los riesgos de concentración, pérdida de control estatal y aumento de tarifas.
La implementación de este nuevo modelo requerirá ajustes técnicos, administrativos y normativos, así como una vigilancia activa para proteger a los consumidores. Milei apuesta a que la desregulación traiga inversiones, pero el tiempo dirá si los beneficios llegan a todos o si el mercado energético se vuelve aún más desigual.
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