El fotógrafo de Victoria Villarruel fue despedido tras una serie de polémicos “likes” en redes sociales. La vicepresidenta enfrenta tensiones en su entorno cercano
La salida del fotógrafo personal de Victoria Villarruel, identificado como “Rob”, ha desatado una nueva polémica en el entorno de la vicepresidenta. El profesional, de 37 años, trabajó durante toda la campaña electoral y fue despedido hace tres semanas por una supuesta “pérdida de confianza” tras generar incomodidad con ciertos “likes” a publicaciones polémicas.
El hecho tomó relevancia porque los “likes” estaban dirigidos a contenidos de críticos internos y a publicaciones asociadas al presidente Javier Milei
Lo que aumentó las tensiones en el equipo cercano de Villarruel. Desde su entorno, la vicepresidenta asegura que no fue una decisión menor y que se tomó en medio de un clima de desorganización general en el gobierno.
Villarruel enfrenta desafíos adicionales, especialmente al momento de definir su estrategia legislativa en el Senado. La vicepresidenta ha manifestado en privado que debe tomar decisiones basadas en intuiciones, ya que desde Casa Rosada no le comunican la estrategia de manera clara. Esta falta de coordinación coincide con la creciente percepción de parálisis en el Congreso.
Una encuesta reciente de Poliarquía revela que el 71% de los consultados rechazan los modos de comunicación del gobierno.
Aunque Milei mantiene altos niveles de apoyo, los resultados encendieron alarmas en la Casa Rosada. Donde se debaten estrategias para reconectar con el electorado moderado, especialmente adultos mayores de 50 años. Mientras tanto, analistas sugieren que el despido del fotógrafo es una muestra del desgaste interno y la presión creciente sobre Villarruel en un gobierno donde las diferencias de comunicación y los conflictos personales no dejan de salir a la luz. La situación agrega tensión en un contexto económico y político ya delicado.
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