Trump y Elon Musk protagonizan un feroz choque público por la nueva ley fiscal, con acusaciones, amenazas y rupturas que sacuden la política y los mercados.
La alianza entre Donald Trump y Elon Musk se fracturó esta semana en una disputa feroz por la nueva ley de gasto público impulsada por el presidente. Todo comenzó el martes, cuando Musk calificó el plan fiscal de Trump como una “abominación repugnante”. La crítica tomó por sorpresa a varios republicanos.
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Musk ataca con viejos mensajes y nuevas amenazas
El jueves, Musk intensificó su postura al publicar mensajes antiguos de Trump y otros líderes conservadores, donde advertían sobre el gasto excesivo del gobierno.
En redes, el magnate afirmó: “Si EE.UU. quiebra, nada más importa”. También amenazó con retirar la nave SpaceX Dragon, lo que puso en alerta a la NASA.
Trump responde con amenazas económicas
Desde el Despacho Oval, Trump replicó: “Elon tiene un problema. No volveré a hablar con él”. Más tarde, sugirió anular contratos federales con las empresas de Musk.
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Su equipo de prensa acusó a Musk de actuar por despecho porque la ley no incluía políticas que él promovía.
El conflicto sacude la política y los mercados
Tesla perdió 14% en bolsa el jueves, aunque repuntó un 4.7% en Alemania al día siguiente. Musk, por su parte, lanzó encuestas, memes y declaraciones que apuntan al lanzamiento de un nuevo partido político.
Trump remató diciendo que Musk “se volvió loco” tras perder su influencia en el gobierno. Musk contestó con una foto de Trump junto a Epstein y la frase: “La verdad saldrá”.
¿Fin de una alianza poderosa?
Hasta hace días, Musk se definía como “amigo y asesor” del presidente. Hoy, exige un “Slim Beautiful Bill” y sugiere que sin él, Trump jamás habría ganado. El choque entre el expresidente y el magnate más poderoso del mundo ya marca un antes y un después en la política estadounidense.
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