Tras la muerte de cuatro policías en protestas, militares patrullan Llallagua para restablecer el orden. Manifestantes exigen la candidatura de Evo Morales.
Militares bolivianos patrullaron el viernes la ciudad de Llallagua, tras días de violentas protestas impulsadas por seguidores de Evo Morales. Las manifestaciones exigían su habilitación como candidato presidencial.
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En las calles aún se observan barricadas y restos de los bloqueos que colapsaron rutas clave. Comercios fueron saqueados y se reportaron amenazas, desabastecimiento y escasez de agua. La presencia militar fue recibida con vítores por algunos habitantes, que incluso apoyan con patrullas vecinales y alimento caliente para los soldados.
Gobierno responde con fuerza ante la crisis
Las protestas dejaron cuatro policías muertos y varios heridos. Tres murieron al intentar liberar una carretera y uno fue atacado en el centro del país. También falleció un civil por explosivos. El gobierno analiza declarar estado de excepción, mientras intenta recuperar la calma.
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El presidente Luis Arce, blanco de las protestas por la crisis económica, afirmó que su renuncia no solucionaría la situación. No buscará la reelección, y su disputa con Morales ha fracturado al partido oficialista MAS.
Morales resiste, crecen las denuncias
Desde el Chapare, Morales sigue alentando a sus bases, mientras enfrenta nuevas denuncias por terrorismo e instigación. El ministro de Justicia indicó que no se descarta una mediación internacional.
En La Paz, el abastecimiento mejora parcialmente, pero persiste el alza de precios y las filas en los mercados. La tensión sigue latente.
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