Trump inauguró en Florida un centro de detención para migrantes rodeado de caimanes. El sitio ha causado protestas por su impacto ambiental y su simbolismo.
Donald Trump visitó este martes el nuevo centro de detención para migrantes ubicado en los humedales de Florida. La prisión, bautizada Alligator Alcatraz, está rodeada por caimanes. El presidente elogió el trabajo del gobernador Ron DeSantis, y lo describió como un modelo nacional.
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Durante su visita, Trump bromeó sobre la posibilidad de que los internos intenten escapar: “Si corren en zigzag, tienen un 1% más de probabilidades contra los caimanes”, dijo.
Protestas por impacto ambiental y falta de permisos
El centro fue levantado en menos de dos semanas sobre una pista aérea abandonada en los Everglades. Tiene capacidad para 5.000 personas y costará $245 por cama al día. Las carpas y los servicios portátiles fueron instalados sin consultar adecuadamente a las autoridades locales.
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Ambientalistas y residentes denunciaron que el proyecto viola leyes de protección y destruye décadas de restauración ecológica. La alcaldesa de Miami-Dade se opuso abiertamente a la construcción.
Reacciones divididas y ambiente tenso
Grupos defensores de migrantes y activistas ambientales se manifestaron con pancartas como “Jesús era inmigrante” y “No al odio, no al miedo”. Muchos hispanos no asistieron por temor a represalias.
Sin embargo, también hubo simpatizantes del expresidente. Algunos portaban banderas con frases como “Trump ganó” y lo llamaron defensor de la ley. La tensión entre ambos grupos fue evidente, reflejando la división social ante las políticas migratorias.
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