@Arturo Vargas
Consternada continúa Argentina después que tres mujeres fueran asesinadas por uno de sus vecinos, tras lanzarles un explosivo casero a su habitación. Los discursos de odio en Argentina, promovidos por el gobierno, podrían ser determinantes en estas situaciones.
El increíble asesinato de tres mujeres
El inicio de mayo fue el infierno para cuatro mujeres en Argentina. Literalmente, el infierno. Exactamente, el 5 de mayo, al sur de la ciudad de Buenos Aires, cuatro mujeres fueron atacadas por uno de sus vecinos en una posada del barrio Barracas. El presunto culpable de este crimen de odio es Justo Fernando Barrientos, un hombre de 67 años que frecuentemente violentaba a las mujeres profiriendo insultos y amenazas contra ellas. Y todo pasaba por una razón: Barrientos no soportaba que las mujeres fueran lesbianas y por ello las trataba como “engendros”.
Según comentaron quienes conocían a las mujeres, la situación con Barrientos ya llevaba tiempo y nunca se tomaron medidas. Incluso, uno de los testimonios indica que en diciembre de 2023 hubo amenazas de por medio, pero no hubo agresión hasta la fatídica noche del 5 de mayo en la que fueron asesinadas:
- Pamela Cobas
- Mercedes Figueroa
- Andrea Amarante
Tres mujeres que perdieron la vida producto de las fuertes quemaduras que sufrieron debido al ataque de odio de Barrientos. La cuarta mujer atacada, Sofía Castro, continúa hospitalizada con lesiones en el rostro.
Cuando el odio mata y recibe apoyo
A todas luces estas mujeres fueron asesinadas por pertenecer a la comunidad LGBTIQ+ y su crimen es un crimen de odio. No obstante, desde el gobierno de Javier Milei se ha minimizado lo que pasó y Manuel Adorni, portavoz presidencial, indicó que no le parecía que se definiera como un crimen contra un determinado colectivo, insistiendo en que consideraba injusto que un espectro tan amplio de violencia se limitara todo a un colectivo. Lo anterior, claro, es un mensaje directo de negación y minimización ante un suceso en el que mujeres fueron asesinadas por ser lesbianas.
Ahora, este discurso no sorprende en Argentina desde la llegada de Milei al poder. Y es que, desde que el polémico economista es jefe del ejecutivo en Argentina, se prohibió el uso del lenguaje inclusivo en la administración pública, se eliminó el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, así como se limitó una gran cantidad de políticas que se impulsaron en favor de la inclusión en el país. Toda una combinación que resta significativamente el respaldo a comunidades diversas e impulsa el comportamiento agresivo de quienes naturalmente sienten repudio por los derechos de los demás, tal como sucedió con estas mujeres asesinadas por un loco que terminó con sus vidas solo por pensar y sentir diferente.
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