El equipo brasilero se ha convertido en un modelo para el fútbol femenino en Suramérica, producto de una estructura sólida que le ha significado convertirse en el máximo campeón de la Copa Libertadores femenina en el continente. En la última final el pasado 21 de octubre, venció por 1-0 a Palmeiras, en el estadio Olímpico Pascual Guerrero de Cali, Colombia.
El campeonato brasilero
El dominio de Brasil en el fútbol femenino de Suramérica es aplastante. De 15 ediciones de la Copa Libertadores han ganado 12 y, normalmente, las fases finales de cada torneo han contado con amplia presencia de equipos de este país: la reciente Copa del 2023, jugada en Colombia, es el ejemplo perfecto de esta situación ya que Inter de Porto Alegre, Palmeiras y Corinthians fueron 3 de los 4 semifinalistas. Abrumador.
Es así como el espejo en el que las demás naciones suramericanas deberían verse para el desarrollo de su fútbol femenino es Brasil. El brasileirao femenino, campeonato local, se juega desde 2013 y no ha parado de crecer en calidad y competitividad; incluso, desde 2016 se impulsó la creación de una segunda división como mensaje de crecimiento y de evidente intención de construir desde las bases, un camino que desde entonces se ha fortalecido con campeonatos sub 17 y otras categorías.
Corinthians, una institución destacada
La carta de presentación de este equipo, que se coronó campeón de la Copa Libertadores el pasado 21 de octubre tras vencer por 1-0 a Palmeiras, es la siguiente:
- 5 Campeonatos locales
- 2 Supercopas
- 4 Copas Libertadores
Once títulos oficiales respaldan la historia de una institución que cuenta con más de 20 años de fundación y que, pese a transitar algunos años de turbulencias y decisiones desacertadas, se ha venido fortaleciendo por medio de un trabajo consciente que está dirigido a potenciar el talento de las mujeres brasileñas y profesionalizar un deporte que, por mucho tiempo y en muchos países, no recibió la importancia en sus categorías femeninas.