En el artículo 237 del código penal colombiano, dice que “quien tenga acceso carnal u otros actos sexuales con miembros de su familia, podrá enfrentar penas de una a seis años de prisión”.
Esto ha sido reconsiderado durante las últimas sesiones del congreso, pues se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que personas adultas con consentimiento, decidieron estar juntas, y más allá de ser “aversiones sociales”, no conllevan ningún otro acto criminal.
El ministro de Justicia, Néstor Osuna, radicó ante la Cámara de Representantes, el documento donde se plantean las razones por las que se debería eliminar este delito.
Eliminar o no el delito de incesto
Aunque el incesto es claramente considerado una aberración, no va más allá de eso; algo antinatural y mal visto. El Estado se ha planteado por diferentes razones, si suprimir el delito, podría traer beneficios al sistema.
- Personas adultas consintieron el encuentro y no se necesita entrar a esa discusión.
- Tener a personas en prisión por este delito, le cuesta al Estado una considerable suma de dinero.
- En otros países como Argentina, Brasil, Portugal, España, China, etc, no se considera un delito, aunque sí se tienen restricciones en cuanto al matrimonio y otras conductas.
“Se debe preguntar si el delito de incesto cumple con alguna finalidad, o si, por el contrario, genera más problemas, dado que dota de consecuencias penales una conducta que, por más reprochable que resulte socialmente, pertenece al ámbito privado de adultos que consienten”, aclara Osuna.
Nuevas opciones
Se plantea entonces, la opción de tratar situaciones de esta índole, desde una perspectiva educativa y cultural, más que como un reproche activamente penal, pues no se le puede encontrar ninguna finalidad al delito específico.
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