Elon Musk y sus decisiones para Twitter

diciembre 1, 2022

El gigantesco empresario, Elon Musk, oficialmente adquirió Twitter el pasado 27 de octubre por 44000 millones de dólares, dejando en sus manos una de las redes sociales más influyentes del mundo.

Ese mismo día, el magnate anunció el despido del CEO de la empresa, Parag Agrawal, y de otros 2 ejecutivos de muy alto rango; y con el pasar de los días, siguió informando despidos masivos en distintas áreas de la empresa.

Igualmente, dio a conocer su intención de que la empresa genere mayor rentabilidad, y por lo mismo, tomó la decisión de cobrar por la verificación de las cuentas.

Así ha estado anunciando diferentes acciones que se tomarán para seguir ganando.

Muchos usuarios de la red social, han lamentado la situación debido a diferentes afirmaciones que ha hecho el mismo Elon Musk sobre su visión con Twitter, pues aunque ha mencionado que el objetivo final es la libertad de expresión, pretende regular el contenido de la plataforma y darle “un sentido más global” a esa libertad.

Un atropellado camino de adquisición

A inicios del año 2022, Elon Musk comenzó a comprar acciones de Twitter de forma muy discreta. Cuando llegó a adquirir el 5% de las acciones, fue notificado para que anunciara su participación relevante dentro de la empresa.

Después de unos meses, el empresario se convirtió en el mayor accionista de la compañía con un 9% de participación, por lo que se empezó a especular sobre una posible compra. Solo con esa suposición, las acciones se elevaron a más del 20%.

Con el paso de los días, Musk ofrece comprar la compañía por 41400 millones de dólares. “Twitter tiene un potencial extraordinario”, menciona el magnate, además de conseguir financiación sólida para hacer un trato.

Tras casi un mes de conversaciones, Elon Musk decide dejar en suspenso los acuerdos con la empresa. Según el empresario, la red social estaría llevando un mal funcionamiento de sus cuentas.

Con el paso de varios meses, y varios escándalos, Musk decide cancelar el negocio del todo. Por esto, la compañía demanda al empresario y van a juicio, donde se concreta un plazo para cumplir el acuerdo.