Zapata
La Comisión Quinta de la Cámara de Representantes decidió, con 11 votos a favor y 9 en contra, no prohibir las corridas de toros, peleas de gallos y corralejas en Colombia.
Esto ha generado un gran debate sobre la protección animal en Latinoamérica y ha desilusionado a muchos que esperaban un cambio.
La autora del proyecto, la senadora Andrea Padilla, dijo que no se rendirá en la lucha por defender a los animales y que apelará la votación que hundió la iniciativa animalista. Sin embargo, ¿hasta cuándo tendremos que permitir la crueldad animal en nombre de la tradición y el arte?
La tauromaquia como arte y cultura
Uno de los argumentos que se ha dado para no prohibir las corridas de toros es que la tauromaquia es considerada una expresión artística y cultural por la Corte Constitucional. Pero, ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar en nombre de la cultura? ¿Es ético sacrificar animales por entretenimiento humano?
Además, la senadora Monsalve ha mencionado que el proyecto de ley que prohíbe las corridas de toros no ha recogido las opiniones de las regiones, ignorándose de forma arbitraria. Sin embargo, ¿es válido seguir permitiendo la crueldad animal porque un grupo minoritario y específico de personas dependen de ella económicamente? La respuesta es NO. En la segunda década del siglo XXI, los estados parte de organismos internacionales de derechos humanos cuentan con sentencias vinculantes para la protección de los derechos culturales, que deberían servir como sustento para promover políticas públicas que brindan otras alternativas económicas a las y los dependientes de esta actividad ganadera.
En 2019, la Corte Constitucional ratificó que las corridas de toros y peleas de gallos no pueden ser sancionadas como prácticas de maltrato animal si se practican como parte de una tradición cultural arraigada; al igual que el machismo, la misoginia y la discriminación, ninguna tradición que implique el sufrimiento de otros seres vivos debe ser digna de reconocimiento social.
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¿Hasta cuándo continuará la crueldad animal?
Es importante tener en cuenta que:
- En algunos países de Latinoamérica, como México, las corridas de toros han sido prohibidas en algunos estados y ciudades.
- En otros países, como Perú y Ecuador, se han implementado restricciones y regulaciones para reducir el sufrimiento de los animales.
- Las corridas de toros deberían ser una práctica más controvertida en Latinoamérica debido a su relación con la historia de la colonización española y a los cuestionamientos éticos y morales que se relacionan con la esclavitud.
¿Cuál es el impacto en la comunidad internacional?
La percepción de los líderes mundiales sobre Colombia se ve afectada por los decepcionantes resultados que preocupan por el futuro de un país que no parece tener la capacidad de resolver conflictos bajo ningún estándar de protección de los derechos humanos.
En un momento en que la polarización de los derechos es tan latente, las corridas de toros representan una involución para la protección de los seres vivos y la protección de sus derechos y su dignidad, mismas que se ven atropelladas para fines de entretenimiento.
Esta no es la primera vez que Colombia es ejemplo claro de un revés significativo.
Por ejemplo, haber votado en contra del acuerdo de paz, mismo que era considerado uno de los más ambiciosos y completos en la historia del país, fue percibido como una falta de compromiso por parte del país para alcanzar una solución pacífica al conflicto armado y que por el contrario, llevó a una prolongación del conflicto y una continuación del sufrimiento de las personas afectadas.
Ante la incapacidad de un estado por garantizar soluciones políticas efectivas, queda en tela de juicio la calidad de la democracia en el país ante la casi nula atención que pone en el acceso a la información para la construcción de consensos en torno a temas importantes para la sociedad.
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