quien fue acusada de incendiar con fuegos artificiales la sede de la Suprema Corte de Brasilia con su grupo activista en Brasil, fue condenada con arresto domiciliario por más de 1 año y a portar una pulsera de rastreo casi tan pesada como la cruz que carga por haber militado en los grupos nazis en las calles de Brasilia.
Hoy hablaremos de nuestra querida Sara, que con su cara tierna y conmovedora, típica de pastelera en una película americana y con camándula en mano, tiene un pasado tan crítico como de unidad de cuidado intensivo. Winter, quien fue acusada de incendiar con fuegos artificiales la sede de la Suprema Corte de Brasilia con su grupo activista en Brasil, fue condenada con arresto domiciliario por más de 1 año y a portar una pulsera de rastreo casi tan pesada como la cruz que carga por haber militado en los grupos nazis en las calles de Brasilia.
Ahora, esta Ex feminista y ahora Pro vida, pretende ganarse la vida con la camándula colgando y la Biblia bajo el brazo, pues al no generar dinero, ha incursionado en las conferencias Pro vida dirigidas para incautos que desconocen su oscura procedencia, a quienes intenta convencer con un discurso embadurnado de religión y fanatismo.
Tal es el caso, que ha creado una campaña de donaciones para su propio beneficio llamada, ¨Apoyemos a Sara Winter¨, una estrategia muy típica de quienes solo buscan la religión para lucrarse. A nosotros no nos engañas Sara, que bien te recordamos en topless en las entradas de las iglesias Brasileras con tus grupos feminazis entrenados por Soviéticos Ucranianos. Te tenemos en la mira y estaremos más cerca de lo que piensas.
