
@Alicia Santacoloma
Es el momento de dar un giro a las leyes en República Dominicana y sí, los actuales integrantes del legislativo tienen una oportunidad histórica para hacerlo
Cuidar la vida de niñas y mujeres, más que un compromiso, una oportunidad
Uno no desea decirle a nadie la forma en la que tiene que hacer su trabajo. Eso, usualmente tiende a ser ofensivo y, de alguna manera, prepotente. Ahora, si ese trabajo del que estamos hablando tiene relación con la realidad de todos, el asunto cambia totalmente. De cualquier forma, insisto, el tema aquí no es decirle a alguien cómo debe hacer o no su labor, pero, lo que si nos puede interesar es intentar hablarles a esas figuras del legislativo dominicano, decirles que sus decisiones tienen el poder de cambiar y, más aún, salvar vidas. La realidad nos toca la cara: cientos de mujeres se ven afectadas por restricciones que bien podrían ser puestas en perspectiva con el único objetivo de salvar sus vidas. Es importante entender que aquí no está en juego un capricho, están en juego las vidas de mujeres y niñas dominicanas.
Un espejo en la libertad de expresión
En medio de los ajustes que se vienen discutiendo respecto a las leyes en República Dominicana, en el horizonte, aparece la libertad de expresión como un tema abierto a la discusión. Se presume dentro de las conversaciones de la gente en general que, claro, como todo, las normas que se apliquen a esta situación tendrán sus excepciones. Y, qué bueno hablar de excepciones porque sí, justamente eso es lo que necesitamos en República Dominicana, que se contemplen excepciones y que se valore el caso de cada mujer y niña que, en aras de salvar su vida, necesita que la justicia actúe conforme su necesidad. Y bueno, si bien es cierto que no se trata de lo mismo específicamente, ¿no es este un espejo en el que los encargados de tomar las decisiones puedan encontrar similitudes? Seguro que vale la pena revisarlo y comprender que tiene sentido ser flexible conforme las circunstancias.
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La historia ha tocado la puerta y es necesario abrirle
El momento es ahora y no se puede dejar pasar el tren. En las calles, en los colegios, en las casas, en mi familia, en la de mis amigos o en la del vecino, alguien podría necesitar de alguna excepción que salve su vida. A todos y todas nos puede pasar, entonces ¿por qué seguir anclados a un capricho que ha costado el futuro de tantas mujeres y niñas? Hoy en día, quienes decidirán el futuro de las leyes en República Dominicana tienen en sus manos las herramientas para ofrecer un mejor futuro a mujeres y niñas sin que ello signifique legislar sin rigor. Claro, estoy segura que todos los congresistas de este país desean hacer leyes estrictas, leyes que propendan por el orden y la seguridad; pero, ¿qué acaso esas leyes estrictas no pueden estar acompañadas de un poco de empatía, compasión y misericordia para que la vida de las mujeres y niñas dominicanas esté más protegida y valorada? Mujeres y hombres que toman decisiones, el presente y el futuro de muchas depende de ustedes, la actualidad exige un cambio y la responsabilidad está en sus manos.
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