Un terremoto político ha generado Donald Trump semanas antes de lo que será su posesión como presidente norteamericano, producto de sus deseos de apropiarse de otras latitudes
Donald Trump y su deseo de extender los dominios norteamericanos
Ya dejó de ser algo cómico y curioso lo que dice Donald Trump sobre extender los dominios de su país. O bueno, capaz y nunca lo fue. Por el contrario, para muchos, más que simples comentarios, lo dicho por Trump se empezó a convertir en una suerte de declaración de intenciones.
- Primero Canadá
- Luego el Canal de Panamá
- Pasando por Groenlandia
Y, hace poco, refiriéndose al Golfo de México, Trump, antes de asumir de nuevo su posición como presidente, ya le dejó ver a algunos de sus pares y vecinos que el interés de su mandato tiene incluido un plan de expansión de cara a, según él, fortalecer temas de libertad en el mundo. Una locura.
Una información que desde ya suena como amenaza
En un reciente encuentro con medios de comunicación, Trump volvió a abordar el tema correspondiente a sus deseos expansivos y, esta vez, aunque parezca increíble, redobló su apuesta. El republicano insistió en que tener el control de lugares como Groenlandia o el Canal de Panamá es determinante para la seguridad económica de su país. Sobre ello, ahondó en que, si no se lograba el control de estos lugares, algo tendrían que hacer: un algo que el propio Trump fue incapaz de negar, cuando se le preguntó si se refería a acciones militares.
Las declaraciones de Trump han vuelto a encender las alarmas para gobiernos como el panameño y noruego, quienes, desde ya, empiezan a prepararse para lo que preliminarmente será una complicada relación con Estados Unidos, eso sí, con la esperanza que nada escale a algún tipo de conflicto de índole militar.
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