Científicos de Colombia, Chile y Uruguay desarrollan nuevas estrategias contra bacterias resistentes. Destacan bacteriófagos y antibióticos con menor resistencia.
La resistencia de las bacterias a los antibióticos representa una crisis de salud pública global. Mientras grandes potencias como Estados Unidos y Europa avanzan con más de 100 proyectos de desarrollo, América Latina apenas suma tres investigaciones en esta área entre 2019 y 2023, según la OMS.
Las iniciativas en Colombia, Chile y Uruguay están marcando una diferencia.
En Uruguay, Kinzbio trabaja con bacteriófagos, virus capaces de destruir bacterias específicas. En un caso reciente, lograron tratar exitosamente a un paciente en estado crítico, desarrollando una terapia personalizada en solo diez días. Gregorio Iraola, cofundador de Kinzbio, resalta la colaboración con las autoridades locales, que permitió aplicar su tratamiento experimental bajo regulación especial.
Chile, por su parte, avanza en una nueva familia de antibióticos con menor riesgo de generar resistencia. Estos medicamentos, desarrollados por científicos locales, podrían transformar el enfoque en la lucha contra las infecciones.
La OMS advierte que la resistencia bacteriana causó 1,27 millones de muertes directas en 2019 y podría llegar a 8,22 millones anuales para 2050. Sin alternativas, procedimientos como trasplantes de órganos o tratamientos para infecciones graves serían inviables.
El desafío, según los expertos, radica en la falta de recursos y apoyo para investigación en la región.
Sin embargo, la cercanía entre investigadores y tomadores de decisiones en países como Uruguay está facilitando avances. Estas iniciativas muestran el potencial científico de América Latina frente a una crisis global. Con mayores inversiones, los expertos confían en generar un impacto significativo en la salud pública y estimular la innovación científica en la región.
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