Un estudio revela que la prueba CA-125 puede no detectar cáncer de ovario en pacientes negras y nativas, retrasando el tratamiento y aumentando disparidades médicas.
Un análisis de sangre común podría no detectar el cáncer de ovario en algunas pacientes negras y nativas estadounidenses, retrasando su tratamiento, según un estudio publicado en JAMA Network Open.
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La prueba CA-125 mide un marcador tumoral en la sangre y ayuda a determinar si una mujer con un bulto sospechoso debe ser referida a un oncólogo. Sin embargo, los investigadores encontraron que las pacientes negras y nativas tenían un 23 % menos de probabilidades de obtener un resultado elevado en comparación con las blancas.
Esto sugiere que los umbrales actuales podrían estar demasiado altos para ciertos grupos.
“Este es un claro ejemplo de por qué es necesario estratificar los estudios por raza y etnicidad”, afirmó la doctora Shannon Westin, del Centro de Cáncer MD Anderson.
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El retraso en el diagnóstico también impacta el tratamiento. Las pacientes con falsos negativos iniciaron la quimioterapia en promedio nueve días más tarde, lo que podría afectar su supervivencia.
El estudio analizó datos de más de 200.000 mujeres con cáncer de ovario desde 2004 hasta 2020.
Los investigadores sospechan que una variación genética más común en personas de ascendencia africana, caribeña y del Medio Oriente podría influir en los resultados de la prueba.
Los científicos presentaron una propuesta para ajustar los umbrales de la prueba CA-125 y mejorar su precisión en todas las poblaciones, lo que podría cambiar las guías médicas en el futuro.
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