Por: Zapata
República Dominicana es uno de los cinco países donde todavía se prohíbe el aborto bajo cualquier circunstancia, incluso cuando está en riesgo la vida de la mujer o niña embarazada, lo que, ha causado una gran polémica no solo en el país, si no en todo el mundo tras el reciente anuncio de la aprobación en segunda lectura del nuevo Código Penal. De esta manera, el país caribeño se mantiene como uno de los pocos países que no incluye las tres excepciones que las feministas han estado peleando por décadas;
● Represente un riesgo para la vida de la mujer,
● Sea fruto de una violación o incesto, o
● Existan malformaciones fetales incompatibles con la vida.
EL SENADO ATENTA Y DISCRIMINA LA IGUALDAD DE GÉNERO Y LOS DERECHOS REPRODUCTIVOS Y DE SALUD AL NEGAR EL ACCESO AL ABORTO.
El hecho de que esta legislación no incluya las causales del aborto impacta de manera negativa y por el contrario, pone en riesgo la vida y la salud de las mujeres y niñas en la República Dominicana. El acceso al aborto seguro es importante para prevenir lesiones y muertes maternas asociadas con abortos inseguros, así como para garantizar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad para las mujeres.
Es por eso que resulta incomprensible que las y los legisladores hayan tomado la decisión de aprobar este Código Penal sin considerar la importancia de incluir las causales del aborto cuando la legislación debería ser la primera línea de defensa para proteger a la ciudadanía, pero en este caso, la dominicana logra fracasar limitando sistemáticamentalmente el alcance de los derechos humanos y dignidad de las mujeres.
Legisladoras y legisladores que votaron a favor de este Código Penal argumentaron que el país necesita una legislación moderna y actualizada. Sin embargo, el Código Penal conservó los mismos artículos y redacción en la ley sin causales, que criminaliza a la mujer y a todas las personas que tienen derecho a decidir sobre su cuerpo.
Es difícil entender cómo el senado propone una ley que representa un retroceso social que discrimina, revictimiza, vulnera y permite la violencia en contra de las mujeres y la comunidad LGBTQI+.
QUEDA EN MANOS DEL PRESIDENTE LUIS ABINADER
La indiferencia hacia las necesidades de las mujeres se vuelve inaceptable y peligrosa en un estado que permite la participación activa de las y los representantes del poder legislativo en un discurso de odio que logra polarizar a un país con la promesa de sacrificar los derechos de las mujeres para asegurar el apoyo de una base de votantes más privilegiada, conservadora y anti derechos.
La discusión sobre las causales desinforma a la ciudadanía, mientras que la falta de posicionamiento del presidente Abinader pudiera dar a entender que no está dispuesto a enfrentar a la base de votantes de derecha. ¿El presidente está dispuesto a sacrificar los derechos de las mujeres para asegurarse el apoyo de su base más privilegiada, conservadora y anti derechos?
Ahora la pelota está en la cancha de Abinader. Tiene la oportunidad de hacer lo correcto y vetar este Código Penal que no protege a nadie y que condena a las mujeres y niñas a la clandestinidad y la muerte. El presidente puede dar el ejemplo de un mandatario verdaderamente comprometido con defender los derechos humanos y la dignidad de toda la ciudadanía.
La exclusión de las causales del aborto representan un claro ejemplo de un retroceso sistemático para los derechos humanos en República Dominicana, por lo que, el compromiso con los derechos humanos y la justicia social debe ser inquebrantable, incluso si eso significa ir en contra de algunos votantes.
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