Garry Conille, primer ministro de Haití, señaló que las bandas criminales de aquel país tienen un plazo limitado para deponer las armas.
El camino que pretende tomar Garry Conille
Garry Conille, un médico de 58 años, fue quien recibió la responsabilidad de liderar Haití de forma transitoria, mientras la institucionalidad del país vuelve a tomar forma después de años de violencia y destrucción sociopolítica. Conille, una persona que ya había ejercido como primer ministro entre 2011 y 2012, llegó a esta posición consciente de tener un trabajo casi imposible: reconciliar a un Haití inmerso en una histórica crisis que tiene como principales protagonistas a las bandas criminales.
¿Una alternativa para terminar el conflicto?
Hace unos pocos días, mucho revuelo generaron en Haití las declaraciones hechas por Jimmy Chérizier, un expolicía que se convirtió en el más poderoso líder criminal del país, en las que planteó a Conille una suerte de acuerdo para deponer las armas. Ante ello, el actual primer ministro actuó con rapidez y se manifestó de igual manera, señalando que:
- Las bandas criminales tienen poco tiempo para dejar las armas.
- El estado en Haití no esperará hasta que los criminales quieran.
- La justicia y reparación para las víctimas es fundamental de cara a la reconstrucción del país.
Y ahondó insistentemente en que la seguridad es uno de los factores fundamentales para el éxito del gobierno transicional que se encuentra liderando. De hecho, es importante resaltar que los primeros días del mes de julio encontraron a Conille en tierras estadounidenses atendiendo, entre otros, un compromiso con el Consejo de Seguridad de la ONU en el que solicitó ayuda para superar las complicaciones que atraviesa Haití.
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