@Alicia Santacoloma
Gucci abrió el Fashion Week Men’s de Milán que comenzó el pasado viernes 12 de enero con el debut en colecciones masculinas del joven director creativo de la marca, Sabato De Sarno.
Su colección inspirada en lo cotidiano y básico, ha dado mucho de qué hablar, principalmente por su similitud con la colección femenina lanzada en septiembre para primavera-verano.
Opiniones divididas
Como es usual en la industria de la moda, todos los lanzamientos vienen junto a opiniones, tanto por parte de personas comunes que tal vez no conocen mucho de moda, como por parte de aquellos apasionados que desean ver innovación, creatividad o concepto.
La nueva línea menswear de Gucci ha sido entonces:
- Alabada por aquellos que vieron en la pasarela, prendas utilizables en el día a día o básicos que “si se pondrían” en cualquier ocasión,
- Y decepcionante para otra fracción de la población que vio un trabajo predecible, aburrido o incluso sin esfuerzo.
Lo cierto es que el mismo diseñador otorgó el valor a su pasarela, mencionando que quería volver a darle ese aire de “usable” a la ropa.
“Me encanta ver a la gente que lleva la ropa, no la ropa que lleva la gente”, declaró el creativo en una entrevista para GQ, por lo que el resultado no es en realidad tan sorpresivo.
Copias a la colección femenina
Sin embargo, y a pesar de que la colección no tiene tantas prendas que yo usaría, solo hay una cosa que me molesta de ella.
Se trata de los atuendos que De Sarno rediseñó de la colección femenina lanzada en septiembre, para ser usada por hombres.
En la exposición de la colección, el joven hace referencia a cómo las parejas pueden ir vestidas de la misma manera, como se ha vuelto tendencia en los últimos años, pero teniendo la oportunidad perfecta para dar un discurso incluso político, él decidió irse por lo seguro.
Las prendas consideradas como femeninas (shorts o faldas), fueron completamente transformadas y reemplazadas por pantalones comunes para hombre, demostrando que el estereotipo de género rige completamente su marca.
En ese punto, ya no se trata únicamente de lo rutinario, es simplemente falta de visión.
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