director James Toback posando antes de la proyección de la película "Tyson"

James Toback es condenado a pagar 1.680 millones por agresión sexual a cuarenta mujeres

El director James Toback deberá pagar $1.680 millones a 40 mujeres por agresiones sexuales ocurridas durante cuatro décadas en Nueva York, según falló un jurado.

El director de cine James Toback ha sido condenado a pagar 1.680 millones de dólares a 40 mujeres que lo denunciaron por agresión sexual. El juicio, realizado en Nueva York, duró siete días y terminó con un veredicto considerado uno de los más significativos en la historia del estado en casos de abuso sexual.

Otras noticias: Artistas que participarán en el Coachella 2025

Toback, de 80 años, es conocido por haber escrito la película Bugsy y dirigido The Pick-up Artist y Two Girls and a Guy. Fue acusado de usar su poder en la industria para acercarse a mujeres jóvenes, a quienes prometía oportunidades laborales mientras las agredía sexualmente. Los abusos habrían ocurrido en distintos lugares, incluidos su apartamento, su estudio, parques públicos y el exclusivo Harvard Club.

La mayoría de las víctimas tienen entre 40 y 50 años, aunque algunas superan los 70. 

Gracias a la Ley de Sobrevivientes Adultos de Nueva York, que abrió un año de plazo para denunciar delitos sexuales prescritos, pudieron presentar la demanda en diciembre de 2022.

Léase también: Mujer australiana da a luz al bebé de otra persona por error en clínica de fertilización in vitro

Durante el juicio, veinte mujeres testificaron en persona y otras veinte lo hicieron por video. 

Toback no asistió al proceso y fue declarado en rebeldía. Aunque se representó a sí mismo al inicio, no participó en las audiencias previas ni mostró intención de colaborar.

El jurado, compuesto por seis personas, otorgó 280 millones en daños compensatorios y 1.400 millones en daños punitivos. Los abogados de las víctimas celebraron la decisión como una victoria del movimiento #MeToo y una advertencia a quienes abusan de su poder.


Te puede interesar: El gobierno Milei: una bocanada de aire para el Opus Dei