Las redadas del ICE frente a cortes en Miami generan miedo en migrantes hispanos, mientras abogados denuncian tácticas engañosas y violaciones al debido proceso.
La comunidad hispana en Florida enfrenta una nueva oleada de miedo. Desde la semana pasada, oficiales del ICE han montado operativos frente a cortes de inmigración en Miami para detener a migrantes sin papeles. Esta estrategia, amparada por un memorándum del DHS de enero, apunta a quienes llevan menos de dos años en el país o no tienen un caso de asilo sólido.
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Felipe, un cubano de 28 años, se preparó para ser deportado antes de acudir a su audiencia.
Su abogado le pidió que saliera del tribunal cuando supo que agentes estaban deteniendo a casi todos los presentes. La audiencia fue reprogramada de forma virtual y logró un respiro: podrá defender su caso hasta 2029.
Dunia, también cubana, enfrentó una escena similar.
Asistió al tribunal con su bebé y vio cómo agentes vestidos de civil se llevaban a decenas de personas. “Fue espantoso”, dijo. Ambos tienen estatus I-220A, una categoría que antes parecía protegerlos, pero que ahora los expone a deportación acelerada.
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La abogada Liudmila Marcelo denuncia que ICE está engañando a migrantes al ofrecerles desestimar sus casos, lo que en realidad los deja sin protección y a merced del sistema.
El gobernador Ron DeSantis ha endurecido las leyes migratorias en Florida, autorizando incluso a la Patrulla de Carreteras a colaborar
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