La reciente radicalización de los discursos de Javier Milei en contra de los temas de género, despertó la incomodidad de distintos colectivos en el país que se manifestaron masivamente los últimos días
Las secuelas de Milei en Davos
Como suele pasar desde que es una figura pública, Javier Milei volvió a hacer declaraciones innecesarias en las que no midió las consecuencias de sus palabras. Y bueno, la verdad es que esto con Milei, más allá de lo normal que pueda parecer por la recurrencia con la que pasa, se ha convertido, por su condición como presidente, en una de las circunstancias que más le genera inconvenientes tanto con aliados como con opositores. El más reciente episodio de incomodidad e indignación, tuvo su origen en la presencia del polémico economista en un foro en Davos, Suiza; espacio en el que abordó varios temas con la ligereza que se le conoce, atacando con rigor cuestiones relacionadas con el feminismo y el género. ¿La respuesta a lo dicho por Milei? Una ola de indignación en el país que ha impulsado múltiples manifestaciones.
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Movilizaciones de mujeres y colectivos LGTBI
El inicio de febrero tuvo lugar una enorme convocatoria adelantada por diversos colectivos argentinos, con el objetivo de manifestarse en contra de Milei, su discurso y sus intenciones como gobierno, intenciones que, valga la pena decir, incluyen la eliminación del feminicidio del código penal argentino. Producto de lo anterior, con epicentro en la ciudad de Buenos Aires, capital argentina, se desarrolló una marcha
- Federal
- Antifascista
- Y antirracista
En la que hubo enorme protagonismo de una comunidad LGBTI que ha sentido como cada palabra y acción de Milei, no solo ofende, además estigmatiza a toda una colectividad que lleva años trabajando por sus derechos. Esta movilización convocada desde Argentina, tuvo eco en otros lugares del mundo que apoyaron la marcha: México, Italia o Francia, fueron lugares en los que algunas personas se manifestaron en contra de Milei, apoyando la idea de terminar con los discursos radicales, como los del presidente argentino, que lo único que hacen es abrir brechas sociales y satanizar a grupos que llevan años trabajando por reconocimiento, respeto y derechos
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