En seis meses como presidente de Argentina, Javier Milei ha viajado más que cualquier mandatario en este país. Curiosamente, sus viajes poco respondieron a encuentros con otros presidentes.
Seis meses de viajes
Cuando Javier Milei se posesionó como presidente en Argentina se esperaba que los cambios, respecto a otros líderes, se evidenciara desde el día uno. Un enorme porcentaje de votantes confió en Milei por las supuestas diferencias de este con lo que él mismo etiquetó como la “casta”. Lo curioso es que, más allá de sus insulsos y ya repetitivos discursos, Milei se ha convertido en el presidente con más viajes desde que llegó al poder, superando a antecesores como:
- Cristina Kirchner
- Néstor Kirchner
- Mauricio Macri
- O Carlos Menem
Sus viajes, como no puede ser de otra manera, implican un fuerte gasto para las arcas argentinas y de paso, parecen enviarle un mensaje a sus votantes: si las castas viajaban, yo también puedo hacerlo. Es más, ocuparé más viajes que ellos.
Pocos viajes diplomáticos
Se podría pensar que los continuos viajes de Milei tienen como objetivo las visitas diplomáticas enfocadas en reunirse con otros presidentes para estrechar relaciones, pero no, no es así. Milei ha viajado de forma recurrente a cumplir con compromisos casi personales con dinero del estado. Para satisfacer su ego, por ejemplo, algunos viajes han tenido como objetivo reunirse con Elon Musk para intercambiar mensajes de admiración.
De igual forma estuvo el viaje que lo llevó por España y en el que no se reunió ni con el Rey ni el presidente español. Milei estuvo en tierras ibéricas presentando un libro y asistiendo a una reunión del partido de ultraderecha VOX, espacio en el que aprovechó para hacer gala de toda su habilidad diplomática y generar un malestar entre los gobiernos de Argentina y España, después de unos fuertes señalamientos en contra de Pedro Sánchez, presidente español, y su esposa.
Es así como durante este inicio de periodo como presidente de Argentina, Milei ha disfrutado de su posición montado en un avión, con Estados Unidos siendo su destino preferido, sin muchas visitas diplomáticas, poco interés político y mucho ego.
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