Tokischa rapera

Tokischa es una rebelde con causa

Era una tranquila tarde de verano en Washington Heights cuando una multitud emocionada se reunió frente a una bodega mientras la rapera dominicana Tokischa y A$AP Rocky grababan un video musical. Tokischa terminó su noche de baile y, al retirarse, escuchó a una joven gritando su nombre.

“Literalmente me estaba subiendo al auto y escuché a esta chica”, recuerda Tokischa en una llamada por Zoom. “Ella vino y me pasó esta camiseta y dijo: ‘somos un grupo de mujeres y estamos luchando por los derechos de las mujeres en la República Dominicana’”.

 “un país pro-mujer, un paraíso para todxs”.

Esa mujer era Claudia Mendoza, fundadora del Mami Chula Social Club, que le entregó a Tokischa una camiseta con tres mariposas, un homenaje a las hermanas Mirabal, íconos feministas dominicanas, y un mensaje: “un país pro-mujer, un paraíso para todxs”. El club había estrenado las camisetas en el Desfile Nacional Dominicano para amplificar la batalla por enmendar la prohibición total del aborto en la República Dominicana y legalizarlo bajo tres causales: cuando la vida de la persona embarazada está en peligro, en casos de violación o incesto, o cuando el feto tiene complicaciones incompatibles con la vida.

“Me pareció realmente genial cómo Claudia Mendoza transmitió su mensaje y lo compartió conmigo. Despertó mi interés y, después de investigarlo, es algo que me importa mucho”, dice Tokischa.

Tokischa ha sido una defensora de la autonomía corporal de las mujeres a lo largo de su carrera.

Después de la grabación del video, compartió una foto de la camiseta junto a una bandera dominicana en su historia de Instagram. Aunque aún se educa sobre temas como la prohibición del aborto, su apoyo al movimiento del club es parte de un nuevo compromiso de la artista para respaldar a sus comunidades. A sus 28 años, Tokischa planea ser intencional sobre su impacto, apoyando causas que afectan a las mujeres y comunidades queer dominicanas. Anunció que está trabajando en una fundación llamada Sol, con el fin de apoyar causas importantes para ella.

“Estoy empezando a trabajar en la apertura de mi propia fundación y a educarme sobre los derechos de las mujeres. Una de las organizaciones que quiero apoyar es Hogar Crea en la República Dominicana”, dice Tokischa, refiriéndose a una organización sin fines de lucro dedicada a la prevención y tratamiento de adicciones. “Yo fui adicta una vez. Tengo amigos cercanos que aún lo son. He extendido una mano amiga a personas cercanas a mí, y ahora quiero extenderla aún más para ayudar a otros”.

Además de Hogar Crea, Tokischa también planea apoyar a la Fundación Diversidad Dominicana, que respalda a personas LGBTQ, y Casas de Acogida FASE, que asiste a mujeres que han pasado por cirugías de cáncer de mama.

Ha desafiado las normas de género de la República Dominicana a lo largo de su carrera.

Ha pasado de ser una artista censurada en su propio país a una sensación internacional del dembow, inspirando a millones de mujeres a abrazar su sexualidad y vivir según sus propias reglas. A través de letras como “ser perra está de moda”, Tokischa ha redefinido el término “perra”, dándole un nuevo significado de poder, fuerza y determinación. “Una mujer perra es fuerte, lucha, gana y no se rinde. Es un concepto profundo, y me siento orgullosa de llevarlo”, dice Tokischa.

Nacer como Tokischa Altagracia Peralta Juárez, nunca se propuso ser una artista política, pero su estilo y letras directas sobre sexo, placer, drogas, queerness, pobreza y opresión la convirtieron en una figura disruptiva. A pesar de enfrentar críticas y censura, Tokischa nunca ha buscado complacer al status quo. “Cuando comencé a hacer música, no pensaba en nada más que en expresarme honestamente, y sí, se volvió político”, comenta. “La sociedad te critica por hablar de ciertos temas, pero para mí, ser honesta no es un acto de rebeldía, sino una expresión de cómo me siento”.

Me han intentado silenciar, encarcelar, quitarme el apoyo”, dice Tokischa

A lo largo de su carrera, Tokischa ha enfrentado amenazas de medidas punitivas. Por ejemplo, el Ministerio de Educación dominicano denunció su canción “Desacato Escolar” por la representación sexualizada de estudiantes. En otro incidente, causó polémica por una sesión de fotos frente a un altar religioso, titulada “Las putas también rezan”. Aunque ha pedido disculpas a quienes se sintieron ofendidos, también reconoce que su música refleja tanto su vida personal como los problemas que enfrentan las comunidades marginadas.

Tokischa ha resistido las presiones sociales y se ha mantenido fiel a su estilo. “Cuando no me callé y seguí siendo yo misma, otros artistas también comenzaron a hacer música explícita. El público se sintió liberado y visto conmigo”, explica. En una industria musical donde los artistas masculinos han hecho música cruda y explícita por décadas, Tokischa ha destacado por su valentía y autenticidad como mujer afrodominicana.

Tokischa creció con una infancia inestable

Tokischa soñaba con ser una artista desde que era niña. Nació y creció en Los Frailes, un barrio obrero de la capital dominicana. Su madre emigró a Nueva York cuando Tokischa tenía tres años, y ella creció con diferentes familiares, experimentando una infancia inestable. A los 16 años, consiguió su primer trabajo en un centro de llamadas de FedEx, pero renunció para convertirse en trabajadora sexual, lo que le permitió alcanzar independencia financiera y artística.

“Encontré un sugar daddy, y así comencé a invertir en mi carrera, trabajando con él o trabajándolo”, dice Tokischa con una risa. Aunque su tiempo como trabajadora sexual fue temporal, sigue sintiéndose conectada con las trabajadoras sexuales y otras personas marginadas.

Hoy, Tokischa está emocionada por la próxima fase de su carrera. A menudo recurre a la meditación, los cristales y la sanación con sonido, prácticas que la ayudan a encontrar balance en su vida personal y profesional. A pesar de las críticas y los desafíos que ha enfrentado, Tokischa continúa evolucionando, tanto como artista como activista, comprometida con su música y su impacto en las comunidades marginadas.

“A veces siento que estoy cansada de la fama y de la música, pero es solo que quiero seguir adelante”, afirma.

Artículo original en inglés: https://www.refinery29.com/en-us/2024/09/11765730/tokischa-womens-rights-dominican-republic

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