@Arturo Vargas
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se encuentra en medio de un dilema: seguir al ataque de forma decidida o detenerse. Cualquier decisión tendrá serias consecuencias.
La debilitada imagen de Netanyahu
Cuando Israel respondió a los atentados de Hamás que dejaron cientos de muertos y secuestrados, nadie se imaginaba hasta dónde llegaría la respuesta de Benjamín Netanyahu. Lo que al inicio pareció la contestación a una infame agresión, terminó convertida en una sistemática avanzada militar israelí sobre la Franja de Gaza que, tras varios meses, suma víctimas cada día y que ya contabiliza muertos por miles.
Lo anterior no ha inmutado a Netanyahu. Las imágenes de los bombardeos y ataques diarios de Israel contra ciudadanos en palestinos son bastante fuertes y desgarradoras. La voracidad del ejército de Israel no contempla quién pueda estar en frente, ya que mujeres y niños pierden la vida ante los ojos del mundo, mientras Netanyahu justifica la matanza detrás de una guerra sin cuartel contra Hamás. El problema para él, es que la comunidad internacional ya se encuentra agotada y las acciones en función de que se detenga, cada vez son más frecuentes.
El dilema sobre detenerse ahora o seguir
Organismos internacionales como la ONU se han manifestado en contra de lo que viene haciendo Israel. Y es que, lo que ha pasado en Gaza ha sido tan sanguinario, que incluso fuertes aliados de Netanyahu como Estados Unidos, han resuelto restar el irrestricto apoyo que durante meses le mostraron a Israel. Lo anterior, de forma particular, luego que hace pocos días Netanyahu asegurará que invadirán Rafah, una pequeña ciudad al sur de Gaza que aún no fue alcanzada por Israel y en la que muchos civiles se encuentran refugiados. Países como
- Francia
- Egipto
- O Jordania
También han manifestado enorme preocupación por las intenciones y declaraciones del primer ministro de Israel.
Advertencias de radicales en Israel
Parte del dilema que vive Netanyahu, reside en que, mientras pierde sostén internacional, sus aliados del gobierno, en cabeza de Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotich, le amenazan con restar apoyo si detiene sus acciones militares, ya que se estuvo hablando de una tregua y eventual cese al fuego que no es del agrado del ala radical de ultraderecha en Israel.
De tal forma que entre más pasan las horas, el dilema en la cabeza de Netanyahu es mayor y las consecuencias de sus acciones crecerán conforme la gravedad de sus decisiones. Un ataque más podría desatar de forma definitiva un conflicto mayor, tal como el que ya trae de amenaza con Irán, que le significaría perder o ganar aliados, nacional o internacionalmente. Qué dilema.
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