El polémico discurso machista de Gaspar Rivas
El diputado Gaspar Rivas, perteneciente al Partido de la Gente (PDG) y presidente de la comisión de Educación de la Cámara, pronunció una polémica frase durante una discusión parlamentaria sobre su proyecto para condonar deudas de estudios en educación superior. Sus palabras generaron un escándalo en la política chilena debido al contenido violento y machista que transmitían.
El contexto histórico de una controvertida declaración
La frase utilizada por el diputado Rivas tiene un antecedente de hace 200 años en Chile: fue escrita por Diego Portales, político conservador chileno, en una carta dirigida a su amigo Antonio Garfias en 1834. Esta cita histórica ha sido motivo de controversia y descontento por parte de sus colegas parlamentarios y de la sociedad en general.
La respuesta de la diputada Mónica Arce y Emilia Schneider
Ante el pronunciamiento del diputado Rivas, la diputada humanista Mónica Arce expresó su desacuerdo y solicitó la censura del diputado en la comisión de Educación.
Mónica Arce enfatizó que no se puede permitir apologías a la violencia que afecta a las mujeres en Chile y el mundo.
Por su parte, la diputada Emilia Schneider, del partido Convergencia Social, fue aún más enérgica en su crítica, calificando el proyecto como un “mamarracho” y exigiendo una disculpa por utilizar una metáfora inapropiada sobre violación.
Después de la polémica
Rivas ofreció disculpas y aclaró que su declaración no debía tomarse literalmente, sino como una cita histórica. Desde su perspectiva, las constituciones no deben ser interpretadas como pactos suicidas. A pesar de la justificación, las críticas hacia el diputado no cesaron y su discurso puso en evidencia la problemática de la violencia política por cuestiones de género en la esfera política chilena.
Con una inapropiada metáfora sobre violación, Gaspar Rivas refleja la necesidad de abordar la violencia política por cuestiones de género en la esfera política latinoamericana.
Es esencial que los representantes políticos se abstengan de utilizar lenguaje violento y machista en sus discursos, ya que esto afecta la percepción y confianza de la sociedad hacia sus líderes. La historia nos muestra que ciertas frases pueden tener un contexto histórico, pero esto no justifica su uso en un contexto actual donde la lucha por la igualdad de género y el respeto a los derechos de las mujeres deben prevalecer en la promoción de un ambiente político más inclusivo y respetuoso.
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