Una discusión moral del humor negro y sus muchas formas de existir

Una discusión moral del humor negro y sus muchas formas de existir

Alicia_Santacoloma @Alicia Santacoloma

Ha ocasionado en mi muchas dudas, en diferentes oportunidades, si está bien o no burlarse de las desgracias ajenas.

Donde vivo hay un par de comediantes que varias veces han sido criticados por esto, hace 10 días volvieron a hacer un chiste muy cruel, sobre un caso que ha sido extremadamente mediático. 

El caso de Valentina Trespalacios, la dj de Bogotá, Colombia, me atrevería a decir que le dio la vuelta a este lado del hemisferio, por las circunstancias horribles en las que ocurrió y por todo lo que fue revelado después de haber pasado.

Me enteré del chiste directamente, porque consumo el contenido que suben a YouTube por medio de un canal en el que comparten noticias actuales del lugar en el que se estén presentando. 

Un comediante dice que mencionar la noticia sería demasiado, “¿perdió la cabeza, o qué?”, a lo que el otro responde con un “no digamos esa noticia, guardémosla en una maletica”.

A pesar de que todo el hecho es supremamente impactante y fuerte, en ese momento me causó gracia, y un par de días después, comencé a leer comentarios de gente que no estuvo de acuerdo con las burlas, personas a las que les ofendió y les pareció cruel, entonces volvió a mi cabeza la pregunta que ya me había hecho varias veces: ¿está bien burlarse de hechos horribles?. Después de todo, así es como yo llevo mi vida (o eso creía).

Hasta ese momento, no entendí por qué las personas se ofendieron tanto (sin mencionar los cercanos a Valentina, a quienes por obvias razones les debía parecer terrible). “Los comediantes no cometieron ningún crimen, incluso pudo haber hecho más llevadera la situación” pensaba yo. Hasta ese momento, tampoco había escuchado ningún argumento que me pareciera relevante para cambiar ese punto de vista.

Después llegué al video de una reconocida periodista colombiana, Mariángela Urbina, quien además de ejercer muy bien su trabajo, es feminista, por lo que también la sigo. 

Aunque ya sé que no es muy coherente consumir estos dos productos en conjunto (dos comediantes bastante impregnados de la misoginia social y una feminista argumental deconstruida), parece un buen tema para tocar en otra ocasión.  

Por ahora, quiero hablar de por qué me pareció muy destacable el video de Mariángela. 

Otros puntos de vista

Después de haber encontrado refugio en algunas excusas que lograban tener validez en mi cabeza para justificar este tipo de humor, llegó a mí información que me hizo entender la magnitud del asunto. 

Después de todo, aunque quienes hacen comedia no son responsables de la violencia de género, representan un gran pilar de lo que es la sociedad en la que nos desenvolvemos, y también podrían asumir un poco de responsabilidad en cuanto a su manera de comunicarse para, aunque muy despaciosa y mínimamente, se llegue a generar un cambio.

  1. Hay estudios que comprueban que el humor sexista tiene una relación directa con la violencia contra la mujer, pues podría hacer que los hombres se sientan cómodos con ideas agresivas hacia el género. “Si yo veo que la violencia contra las mujeres lo que genera es risa pues… eso no es tan grave”.
  2. La risa se genera con la identificación, las personas que se ríen se sienten parte de ese pensamiento. 
  3. Un hombre no se vuelve loco y decide hacer lo que hizo, “los feminicidios ocurren porque ideas como estas (violentas) se han instaurado en la sociedad”. La sociedad ha llegado a normalizar que estas cosas ocurran. 

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