@Arturo Vargas
Con las recientes noticias sobre la posibilidad de que El Salvador reciba personas en sus megacárceles desde EEUU, Nayib Bukele abrió la puerta a lo que parece un nuevo y polémico negocio
Las siempre polémicas megacárceles de Bukele
Poco se podría discutir respecto a la aceptación de la que goza Nayib Bukele en El Salvador. Polémico en otras latitudes, Bukele, salvo algunas excepciones, es muy querido en su país y la evidencia de ello quedó plasmada en las pasadas elecciones en las que fue reelegido, ganando de forma aplastante. La seguridad es la punta de lanza del gobierno Bukele, un sector que fue muy débil durante mucho tiempo y que el actual presidente fortaleció hasta lograr unas increíbles cifras. ¿El problema? Bukele ha sido denunciado en múltiples ocasiones por abusar de su estrategia de seguridad.
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Un intercambio de prisioneros con cara de trata de personas
La situación se venía cocinando y mucho se hablaba de qué podría pasar entre El Salvador y EEUU, con la llegada de Trump al poder. Bukele, al igual que otros amigos del republicano, fue uno de los invitados a su posesión, razón por la que su evidente cercanía con el polémico magnate dejaba entrever que podrían trabajar de forma mancomunada algunos temas que ambos encuentran importantes. Uno de esos temas, claro, eje de las políticas del salvadoreño, es la criminalidad; un aspecto que controla por medio de su estrategia de megacárceles. Las megacárceles son complejos carcelarios con fuertes medidas de seguridad en los que se priva de la libertad a quienes estén vinculados con el crimen en El Salvador y, ahora, al parecer, según Marco Rubio, no solo serán para salvadoreños ya que Bukele habría acordado con los norteamericanos recibir en sus cárceles a deportados de otras nacionalidades. Algo así como un comercio de personas. Increíble.
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La peligrosa puerta que se abre
Parece poco lo que sucede, pero no lo es. El acuerdo que Rubio anunció con Bukele entre El Salvador y EEUU es una peligrosa puerta que se abre sobre el manejo del crimen en los países, un escenario que sugiere la necesidad de fortalecer lo que sería la reglamentación al respecto. Y es que, en el marco de este polémico acuerdo, El Salvador recibiría de EEUU
- Criminales de distintas nacionalidades
- Criminales norteamericanos
- Deportados
Entre otras personas. Bukele, por medio de sus perfiles en redes sociales, espacio en el que es bastante activo, estuvo refiriéndose al respecto del acuerdo e indicó que el mismo tendría pretensiones económicas para fortalecer el sistema penitenciario de su país. En consecuencia, todo se trataría de un negocio, un intercambio de personas por dinero. Sin ir más allá, de eso se trata, no hay que darle título de cooperación internacional, es una compraventa de personas.
Las implicaciones legales como punto de partida
Más allá de haber sido anunciado como un histórico acuerdo entre países durante la visita de Rubio a El Salvador, la situación todavía reviste algunas complicaciones propias de la normativa internacional. De hecho, Donald Trump afirmó en una entrevista adelantada en la Casa Blanca que desde su gobierno se viene barajando la posibilidad de enviar a criminales a cárceles en el exterior, una acción que, según comentó el presidente, harían sin titubear si la ley se los permitiera.
¿Se viene entonces un mercado de personas disfrazado de negocio penitenciario?
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