@Arturo Vargas
Han sido tristes los últimos días en Colombia, luego de conocerse el increíble feminicidio de la pequeña Sofia. Eso sí, no han faltado los indolentes que aprovechan la situación para hacer política.
La indolencia en su máximo esplendor
El feminicidio de la pequeña Sofía Delgado es uno de esos episodios que uno quisiera que fuera mentira, pero que, tristemente, no lo es. Inimaginable ha de ser el dolor de la familia de esta niña de 12 años que salió por un champú para bañar a su perrita y no volvió, sus seres queridos no volvieron a saber de ella hasta que se conoció la espeluznante noticia de su asesinato. Todo lo que aquí se lee, al igual que la inmensa cantidad de información y noticias al respecto de este trágico acontecimiento, genera un enorme dolor por quienes ven en sus hijas, hermanas o familiares a una Sofía más, una situación que con certeza tendrá, repito, debe tener sumido el más profundo sufrimiento a la familia Delgado. Claro que, pese a lo señalado, y casi sin contemplar la magnitud de los hechos, en Colombia se encuentran algunas figuras públicas que, contra cualquier atisbo de ética o humanidad, han pretendido miserablemente politizar el feminicidio de Sofia.
Los políticos siendo políticos
Cada vez que hay elecciones, se presenta ante los votantes una serie de personajes llenos de intereses particulares que venden la idea de representar el sentir de un pueblo determinado. Pues bueno, en este momento en Colombia esos representantes que han sido elegidos para hacer parte, entre otros, de la rama legislativa, han visto la oportunidad perfecta para usar el feminicidio de Sofía y el dolor de su familia para hacer política. Y si bien es un acto miserable a todas luces, varios de ellos se amparan en la premisa de hacer uso del odio para impulsar a la gente, así, por ejemplo, la oposición en Colombia de forma asqueante se ha regodeado con la muerte de Sofía para atacar al gobierno de turno.
La derecha colombiana, al ataque
Para sorpresa de nadie, los provida, defensores de la familia, los más religiosos y conservadores han aprovechado lo que está pasando para hacer de la situación un show mediático de falsa preocupación para sacar réditos políticos. Congresistas de los partidos de la derecha colombiana han inundado sus redes sociales de mensajes en los que más que rechazo por lo sucedido, hay ataques al gobierno de Gustavo Petro, ataques que resuenan también en los medios aliados a esa derecha y sus poco rigurosos periodistas. De esta forma el dolor de una familia se ha convertido en emoción para la venta, la desgracia ajena en el caballito de batalla de la oposición y el feminicidio de Sofía en la última gran excusa para hacer campaña política. Lo anterior, todo, sin el más mínimo remordimiento, haciendo gala del poco respeto por el otro, en medio de una oda a la indolencia que indigna y sorprende.
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