@Justino José Rodríguez Tavera
El tema del aborto ha dividido profundamente a la sociedad estadounidense durante décadas, y el debate continúa con fuerza en la arena política. En este contexto, Donald Trump ha expresado su apoyo a las excepciones para el aborto en tres causales específicas: cuando la vida de la madre está en riesgo, en casos de violación y de incesto. Aunque este enfoque puede parecer una concesión progresista dentro de ciertos sectores conservadores, la verdad sienta un precedente, ya que estaría de acuerdo con unas mínimas protecciones de justicia reproductiva para las mujeres. Para muchas personas que defienden la libertad individual, la postura de Trump se es lo más cercano a una visión conservadora del aborto: el acceso a través de las tres causales…
Las Tres Causales: ¿Un Paso Insuficiente?
La postura de Trump, al reconocer estas excepciones, ciertamente representa una apertura dentro del conservadurismo más restrictivo. Apoyar el aborto solo en tres situaciones específicas implica que, fuera de esos escenarios, las mujeres deberían poder decidir sobre sus cuerpos. Y, si bien este enfoque ignora la complejidad de la vida, los escenarios de las mujeres, su momento de vida, su momento económico o mental y las múltiples razones por las que una mujer puede optar por no continuar con un embarazo, abre la puerta para apoyar desde la visión tradicional unas excepciones para acceder a un aborto.
Limitar el aborto a las tres causales no reconoce el derecho de la mujer a decidir sobre su futuro en función de sus propias circunstancias y valores, pero es un cambio de visión muy favorable para quienes logran empatizar con situaciones extremas, y aún así mantener su visión de un mundo conservador.
El argumento de la libertad individual y su aplicación incompleta en la postura de Trump
El conservadurismo tradicional suele abogar por la libertad personal y la mínima interferencia del Estado. Paradójicamente, en el caso del aborto, muchos conservadores promueven políticas que infringen directamente la libertad de decisión de las mujeres. La autonomía y la capacidad de cada persona para tomar decisiones sin interferencias deberían aplicarse de manera coherente a todos los ámbitos de la vida, incluyendo el aborto.
Trump, al apoyar solo las tres causales, se queda en un punto intermedio que no satisface ni a quienes desean prohibir el aborto completamente, ni a quienes defienden el derecho pleno de las mujeres. Si la premisa conservadora y libertaria es la libertad personal, entonces restringir el aborto no es congruente con esa postura, pues significa imponer al Estado en la vida privada de las mujeres y limitar su capacidad de decisión.
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