Luis Abinader, re elegido como presidente en República Dominicana, ha insistido en que, tras su segundo periodo, en 2028, no tiene intenciones de continuar en el poder.
Cambios en la constitución dominicana
Cada vez que en un país se plantean reformas constitucionales se encienden las alarmas. Y bueno, razón para que esto suceda hay y de sobra. Basta con ver espejos en otros países, como El Salvador, por ejemplo, donde las variaciones hechas por Bukele le permitieron reelegirse, o así mismo con ver lo que ha pasado anteriormente en República Dominicana con sus últimas cuatro reformas:
- En 1994
- En 2002
- En 2010
- Y 2015
Todos proyectos que nacieron con diferentes motivaciones, en contextos muy específicos pero que persiguieron regularmente un fin común: abrir el espacio a la reelección de los presidentes. Ahora, en 2024, el gobierno en cabeza de Abinader pretende adelantar una reforma que no es vista con buenos ojos por la oposición y desde ya genera incertidumbre en la ciudadanía dominicana.
Abinader advierte que no hay de qué preocuparse
Básicamente lo que incomoda de la reforma constitucional es que el gobierno de Abinader abra la puerta a perpetuarse en el poder y genere espacio en los que pueda abusar del mismo. Ante esto, Abinader ha insistido en que las preocupaciones son válidas pero que no aplican en su caso, ya que su intención es abandonar su posición como presidente en 2028 y no intentar llegar al poder una tercera vez.
En esa medida y para justificar el deseo de adelantar la reforma, ha venido señalando que todo responde a la necesidad de fortalecer la normativa en el país y que, aprovechando las mayorías que tiene en el legislativo, todo se podría tramitar con celeridad y ese sería el mejor mensaje que podría dejarle a la ciudadanía dominicana, el de adelantar unos cambios que beneficien a las mayorías, pese a tener la posibilidad de usarlo en su beneficio personal. Amanecerá y veremos.
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