El tiempo es un juez que no consulta relojes, y las generaciones futuras de dominicanos están a punto de recibir una sentencia de un pasado que se rehúsa a evolucionar. En el corazón de la controversia se encuentra el proyecto de reforma del Código Penal, que actualmente está siendo debatido en el Congreso. Este documento, como un viejo mapa que pretende guiar a los viajeros a través de nuevos continentes descubiertos, es insuficiente y peligrosamente desactualizado.

Las preocupaciones de los expertos

Los juristas, observadores de este proceso legislativo, han levantado banderas rojas alrededor de varios aspectos críticos. Primero, la corrupción, ese cáncer que desgasta las estructuras del Estado desde sus entrañas, sigue sin enfrentar la radicalidad de un código que la contemple con la severidad que merece. Además, el equilibrio de la justicia se ve amenazado por castigos que desafían la proporcionalidad, arrojando sombras de duda sobre la equidad de las futuras decisiones judiciales. Y como si esto fuera poco, la inmunidad de ciertas instituciones, como el Estado y las iglesias, permanece intacta, un vestigio de tiempos que ya no responden a las demandas de justicia y transparencia de la sociedad contemporánea.

El riesgo de una norma obsoleta

El riesgo de aprobar un código penal anclado en el pasado es dejar a la República Dominicana desarmada frente a los desafíos del presente y del futuro. En un mundo que cambia con una rapidez vertiginosa, donde nuevos delitos tecnológicos y formas de violencia emergen con cada avance, un código penal que no se adapte a estos cambios es como un faro sin luz en medio de la tormenta nocturna del progreso humano.

Este es el momento de actuar con visión, no solo para corregir las rutas del presente, sino para pavimentar los caminos del futuro. Las generaciones venideras no deberían heredar las cadenas de un sistema judicial obsoleto. Más bien, merecen un legado de justicia, equidad y adaptabilidad que responda con vigor a la evolución de la delincuencia y a las necesidades de una sociedad que aspira a ser más justa y segura para todos.

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