Vifac pone en su mira a mujeres de Estados Unidos que desean abortar en México (H1)
Mientras la Suprema Corte de Justicia de México despeja el camino para el derecho al aborto a nivel nacional, organizaciones como Vifac engañan mujeres en la frontera entre México y EE. UU.
La frontera
Desde que Estados Unidos eliminó la protección federal del aborto el año pasado, miles de mujeres estadounidenses han buscado alternativas en los estados fronterizos del norte de México para atender su salud reproductiva.
Sin embargo, en estados como Chihuahua, Nuevo León y Sonora, las mexicanas enfrentan desafíos incluso similares a los de Texas y otros estados. Grupos antiabortistas atraen a mujeres con publicidad engañosa y desinformación.
A pesar de los avances en el derecho al aborto en México en los últimos años y la específica despenalización total en el mes de septiembre, las mujeres pueden enfrentar obstáculos para acceder a servicios de aborto, dependiendo de su ubicación geográfica.
Solo 12 de los 32 estados permiten la interrupción del embarazo a petición de la mujer en las primeras 12 semanas de gestación, el resto de estados tienen normas más conservadoras al respecto, a lo que se le suman los engaños de este tipo de organizaciones organizaciones que impiden que las mujeres accedan a la interrupción segura del embarazo.
Actividades de Vifac
Vifac (Vida y Familia AC), una organización antiabortista mexicana, opera una red de 37 centros en México y uno en la frontera entre Estados Unidos y México. Engañan a las personas al presentarse en línea como grupos de apoyo al aborto, lo que ha llevado a desinformación y coacción de mujeres a continuar con sus embarazos en contra de su voluntad.
Además, la asociación mantiene vínculos cercanos con los gobiernos municipales y estatales de los estados fronterizos mencionados, lo que pone en duda la financiación de estos centros y sus verdaderas intenciones generando preocupación entre activistas y profesionales de la medicina.
Testimonios
Una terapeuta que trabajó para la organización y que renunció al conocer las cuestionables prácticas de Vifac, hizo públicas varias de las vivencias con las mujeres que se acogían en el centro.
- Las mujeres que llegaban a buscar ayuda por mensajes que vieron en internet como “¿Estás embarazada? ¿Necesitas ayuda? Llama”, no recibían la información adecuada por parte de Vifac y cuando se remetían al procedimiento, ya era demasiado tarde.
- La asociación revictimizaba, “como si tuvieran que sentirse avergonzadas” por haber quedado en embarazo.
- Los talleres para capacitación o posible adquisición de empleo nunca ocurrieron y en cambio, se hacía entrenamiento espiritual: “tenían que rezar el rosario como parte de sus tareas”.
- Las mujeres que hacían parte del centro recibían información como que el aborto podría ocasionar la muerte o daños irreversibles a la salud reproductiva. También se les mencionaba que la maternidad era un “deber sagrado”.
- Se le obligaba a presionar para que dieran en adopción y no recurrieran a la interrupción del embarazo.
Vifac y los CPC en EE. UU
Los centros de Vifac en México siguen una estrategia similar a la de los ‘centros de embarazos en crisis’ (CPC, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos y otros países. Su objetivo principal es disuadir a las mujeres con embarazos no deseados de abortar. Organizaciones religiosas de la derecha cristiana de EE. UU, como Heartbeat International, juegan un papel clave en la coordinación de estos centros.
Heartbeat International, una organización conservadora con sede en Ohio, respalda a los centros de Vifac y otros CPC en México. Su presidente, Jor-El Godsey, defiende estas iniciativas y afirma que buscan ofrecer «alternativas viables al aborto» que en realidad son engaños, falsas promesas y abandono.
*Fuente: OpenDemocracy junto a La Verdad Juárez
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