Amnistía Internacional realizó una emotiva conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile en el Centro Cultural Gabriela Mistral.
Este acto de memoria recorrió los pasajes más sombríos de la dictadura, destacando la valentía y resistencia que llevaron al país desde la opresión hasta la esperanza.
Sobre los hechos
El 11 de septiembre de 1973 quedó marcado por el ruido ensordecedor de aviones, explosiones, tanques y disparos. Los años subsiguientes estuvieron dominados por el miedo y el dolor, hasta que surgió la voz del “no más”.
Amnistía Internacional revivió estos momentos en el Centro Cultural Gabriela Mistral, antes conocido como el centro de operaciones de la Junta Militar, mediante una impresionante proyección audiovisual que repasó los eventos del golpe de Estado y sus secuelas.
Rodrigo Bustos, director ejecutivo de Amnistía Internacional Chile, señaló: “No queremos que las nuevas generaciones sufran las atrocidades del pasado. Es esencial ejercitar la memoria para construir un futuro mejor. Un rechazo firme a las violaciones de derechos humanos y un compromiso firme con la verdad y la justicia serían señales poderosas para nuestro país”.
Homenaje para la no repetición
Esta proyección se llevó a cabo en honor a las víctimas y sus familias, como un ejercicio de memoria para evitar que la historia se repita.
En el contexto de los 50 años del golpe de Estado, se enfatiza la importancia de no olvidar lo sucedido y de rechazar rotundamente las violaciones a los derechos humanos. Se busca un compromiso sólido con la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición.
Proyección en el edificio
La intervención audiovisual tuvo una duración de 9 minutos y destacó cuatro momentos clave de este período histórico:
- El golpe de Estado,
- Las violaciones a los derechos humanos,
- La resistencia y
- La resiliencia.
Con elementos visuales que incluyeron animaciones, fotografías e imágenes de archivo, el recorrido abarcó momentos icónicos, como el bombardeo a La Moneda, los abusos a los derechos humanos y la conocida portada de La Segunda con el titular “No hay tales desaparecidos”.
También rindió homenaje a los familiares de detenidos desaparecidos y recordó las protestas y la represión de los años 80, culminando en el triunfo del “No” en el plebiscito de 1988.
Necesidad histórica
Esta conmemoración subraya la persistente búsqueda de justicia, especialmente en un contexto en el que aún hay miles de personas desaparecidas. Se destaca la necesidad de que el Estado de Chile avance en la educación en derechos humanos como una medida fundamental para prevenir discursos negacionistas en el futuro.
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