organizaciones antiaborto reciben donaciones ocultas

Donaciones secretas a fundaciones antiabortistas en Chile

Chile, un país con una rica tradición de organizaciones sin fines de lucro y filantropía corporativa, se encuentra en medio de un debate sobre la transparencia en las donaciones a organizaciones de la sociedad civil por un escándalo que involucra tres fundaciones ultraconservadoras: Chile Unido, Cuide Chile y la Organización de Investigación, Formación y Estudios de la Mujer (ISFEM). 

Estas asociaciones, que cuentan con un poder político y económico, han estado operando en la sombra, aprovechando lagunas legales para proteger la identidad de sus donantes, al tiempo que influyen en la agenda pública y en la legislación que afecta los derechos reproductivos y de igualdad de las mujeres y personas LGBTIQ+.

Donaciones ocultas

A pesar de declarar sus donaciones al Servicio de Impuestos Internos (SII) y presentar informes financieros al Ministerio de Justicia, estas organizaciones han logrado mantener en secreto a sus donantes debido a que el país no cuenta con estándares claros para revelar la procedencia de los fondos ni para identificar a los principales financistas de las fundaciones.

Las Tres Fundaciones y sus Vínculos Políticos y Económicos

Estas tres organizaciones, Chile Unido, Cuide Chile e ISFEM, comparten líderes con conexiones políticas y económicas significativas. Algunos de estos líderes tienen acceso privilegiado al Congreso y ocupan cargos de influencia en el país.

  • Chile Unido: Esta fundación se dedica a prevenir el aborto a través de un programa de acompañamiento para mujeres embarazadas en situaciones vulnerables. Recibe fondos tanto de municipios como del Poder Ejecutivo, y ha mantenido en secreto la identidad de sus donantes privados. Su presidente, Heriberto Urzúa Sánchez, es un empresario cercano al expresidente Sebastián Piñera y ha estado involucrado en el mundo empresarial.
  • Cuide Chile: Esta organización se ha destacado por oponerse a la paridad de género y a la autonomía progresiva, así como por promover una agenda conservadora en la nueva Constitución de Chile. Sus vínculos con el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, son evidentes, aunque su financiamiento es desconocido. La esposa de Kast, Pía Adriasola, es la cara pública de Cuide Chile, aunque no figura como autoridad en los registros públicos de la fundación.
  • ISFEM: Esta organización se dedica al activismo en contra de los derechos de las personas LGBTIQ+ y los derechos sexuales y reproductivos. Su fundadora, Ismini Anastassiou Mustakis, proviene de una influyente familia relacionada con la empresa Molymet. ISFEM ha estado involucrada en acciones judiciales y en el Congreso para oponerse a leyes progresistas relacionadas con estos temas.

El desafío de la claridad

La falta de regulación y transparencia en las donaciones a estas fundaciones plantea desafíos significativos en la democracia chilena. La sociedad civil ha expresado su preocupación por la influencia que estas organizaciones pueden ejercer en el Congreso y en la agenda pública, sin que se sepa de dónde provienen sus fondos.

La lucha por la transparencia en las donaciones continúa en los tribunales, con un caso inédito que desafía el secreto tributario establecido en la normativa chilena. El resultado de este litigio podría sentar un precedente importante y contribuir a una mayor apertura y control sobre las donaciones a organizaciones sin fines de lucro en Chile.

La transparencia en la financiación de estas organizaciones es esencial para garantizar la integridad de la democracia y el escrutinio adecuado de las influencias que operan en la esfera pública. Chile se encuentra en un momento crucial en su camino hacia una mayor apertura y responsabilidad en la filantropía corporativa y la financiación de las organizaciones de la sociedad civil.

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