Las fuertes medidas contra el aborto en países como El Salvador y República Dominicana cobran la vida de cientos de mujeres.
Medidas que matan mujeres
Los derechos de las mujeres no son más que una ilusión en países como El Salvador y República Dominicana, particularmente, cuando nos referimos a su salud reproductiva. Las normas en estos lugares, a los que se suman
- Surinam
- Haití
- Honduras
- Nicaragua
En estas latitudes, por ejemplo, las prohibiciones en contra del aborto son tan rigurosas que muchas veces le cuesta la vida a las mujeres sin importar las circunstancias (violaciones, embarazos de alto riesgo, malformaciones del feto). Claro que, vale decir, en algunas situaciones no se llega hasta la muerte y las mujeres se ven obligadas a enfrentar penas privativas de la libertad, como es el caso de Maira Figueroa.
Maira Figueroa, 15 años de condena por un aborto
La historia de Maira es increíble: recientemente liberada, fue condenada por homicidio agravado en El Salvador, debido a la pérdida de un bebé que fue producto de una violación. Aunque parezca una locura, esta es la realidad, no solo de Maira, sino de muchas mujeres en países como El Salvador o República Dominicana. ¿Las razones? La obsolescencia de normas que, más que cuidar la vida, terminan afectando la expectativa de vida de embarazadas a las que, incluso, se les niegan tratamientos médicos para no interferir con su gestación. Una infamia.
¿Hay esperanzas de cambio?
Justamente, tanto en El Salvador como en República Dominicana, se vislumbra una pequeña luz de esperanza respecto a un cambio de normativa que logre descriminalizar el aborto. Lo anterior, toda vez que se están adelantando unas propuestas para modificar una prohibición que, no solo es obsoleta, la verdad, en países como estos, con altos índices de pobreza, violencia y debilidad en cuidado y salud reproductiva es una necesidad para salvar vidas de mujeres y familias.
La prohibición del aborto, una cruzada internacional desde EEUU
Tras la salida de Barack Obama de la presidencia en EEUU y la posterior llegada de Donald Trump, los intereses sobre el cuidado de la salud sexual de la mujer cambiaron. Se pasó de ocuparse sobre prevención de enfermedades y control natal, para robustecer y expandir la Global Gag Rule, apuntando al fortalecimiento de los movimientos provida en el mundo.
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