Por: Antonio ‘Tony’ Arbaje Cardona
En República Dominicana, la indignación aumenta cada día mientras el Congreso Nacional se prepara para aprobar un nuevo Código Penal propuesto por Rogelio Genao, que convierte al país en un paraíso de impunidad para sacerdotes abusadores y da vía libre para que la iglesia se convierta en una empresa criminal.
Este nuevo Código Penal, que se pretende aprobar de prisa, sin discusiones serias y carente de apoyo popular exime a las iglesias de toda responsabilidad penal, por lo permite que las iglesias, sin importar la fe que profesen, se conviertan en centros de corrupción, lavado de activos y refugio de criminales.
La propuesta de Código Penal, en otras palabras, crea ciudadanos de dos categorías: los religiosos que pueden cometer delitos sin temor a la ley o la justicia; y, los dominicanos de a pie que deben responder por sus actos ante las autoridades. No queda duda alguna que esta disparidad en la aplicación de la justicia crea una sociedad profundamente injusta, donde los privilegios se otorgan a unos pocos en detrimento de la mayoría.
Impunidad injusta
Esta impunidad especial para los miembros de la iglesia que propone el senador Genao, crea un estatus especial para los sacerdotes, pastores y centros religiosos que no podrían ser investigados ni juzgados por las autoridades, lo que las convierte en espacios seguros para actividades ilícitas. En otras palabras, la propuesta de Código Penal protege a los sacerdotes y pastores de castigos por los actos que comenten contra sus feligreses como está ocurriendo en Higüey o los libra de responder por acciones como las estafas que se han presentado con los cementerios en los últimos años.
En otros países, como México y Brasil, se ha visto cómo el crimen organizado utiliza las iglesias para lavar dinero y ocultar actividades ilegales, tal como lo reporta Infobae en su artículo «Paraísos de dinero y fe: cómo el crimen organizado utiliza las iglesias para negocios turbios».
Encubrimientos normalizados
República Dominicana ya es tristemente famosa por encubrir y proteger a los miembros de la iglesia acusados de abuso y violación de menores. La propuesta de Código Penal presentada por el senador Genao y que está en este momento en Diputados, no hace más que consolidar esta reputación, convirtiendo al país en un paraíso para los miembros de la iglesia abusadores.
Estos solo tendrán que llegar al país para poner fin a sus juicios y ser declarados inimputables, un hecho que debería avergonzar a cualquier sociedad que se considere justa y equitativa.
Tomar acción
El pueblo dominicano no debe quedarse de brazos cruzados ante esta afrenta a la justicia y la equidad. Es crucial que se alce la voz y se exija un Código Penal que proteja a los más vulnerables y no a los criminales. Solo con un sistema legal justo y equitativo se podrá construir una República Dominicana en la que todos los ciudadanos, sin importar su posición o afiliación, sean responsables de sus actos.
La aprobación del Código Penal propuesto por Geano sería un retroceso gigantesco en la lucha contra la impunidad y la corrupción en República Dominicana. Es hora de que los legisladores escuchen al pueblo y rechacen esta propuesta que solo beneficia a los criminales y desampara a las víctimas. La justicia debe prevalecer, y no se puede permitir que el país se convierta en un refugio para abusadores y corruptos.
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