El primer debate televisado entre Kamala Harris y Donald Trump mostró una mejor imagen de la candidata demócrata. Eso sí, la dinámica fue más de ataques que otra cosa.
Kamala Harris y un primer round a su favor
Los miedos de Donald Trump tras la candidatura demócrata de Kamala Harris empiezan a cristalizarse. Desde la salida de la contienda de Joe Biden, Harris empezó a crecer en las encuestas y una victoria suya en las elecciones ha venido tomando bastante forma. Ahora, lejos de los simples números, Harris aprovechó la primera oportunidad que tuvo para enfrentarse en debate con Trump y, según plantean varios expertos, salió victoriosa de este espacio, mostrándose más enérgica, contundente y decidida en defensa de sus convicciones que el candidato republicano.
Un espacio para los ataques y señalamientos
Como suele pasar en los debates presidenciales de cualquier lugar del mundo, las propuestas no fueron tan protagonistas como los señalamientos. Tanto Harris como Trump dedicaron gran parte del espacio a juzgarse por temas como
- El manejo de la política exterior
- Los inmigrantes
- O el aborto
Siendo este último eje temático, uno de los puntales sen los que Harris pudo destacar y hasta se dio el gusto de ofrecer una lección de respeto sobre el cuerpo de la mujer a Donald Trump.
La energía de Kamala Harris fue determinante
Con el National Constitution Center de Filadelfia como escenario y cerca de 90 minutos para empezar a convencer a los votantes, Kamala Harris sacó una luz de ventaja amparada en la insistencia sobre no volver al radicalismo de Trump en temas como el aborto y los inmigrantes. Por ahora, la demócrata continúa su crecimiento con las elecciones en el horizonte, mientras que Trump tendrá que buscar nuevas alternativas para conquistar más votos.
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